Esta madrugada cinco personas fueron detenidas en París como organizadoras de una fiesta clandestina que reunió a un centenar de participantes sin que se respetaran las restricciones sanitarias.
La Prefectura de Policía de la capital indicó en Twitter que incautó el material sonoro y que se ha abierto una investigación judicial.
En este periodo de crisis sanitaria, según recordó este domingo la cadena BFM TV, los organizadores de fiestas clandestinas pueden ser condenados a hasta un año de cárcel y 15 mil euros de multa por poner en peligro de la vida ajena.
La fiesta, en el oeste de la ciudad, tuvo lugar al borde del bulevar conocido como périphérique, la circunvalación que da la vuelta a la ciudad.
La Policía añadió que tuvo que cortar el tráfico para evitar "un accidente grave". BFM TV, que infiltró a uno de sus periodistas, apuntó que el perfil de los asistentes era variado, desde jóvenes de unos 20 años hasta gente que acudió directamente desde el trabajo, y en su mayoría, no llevaban la mascarilla.
El toque de queda está vigente en Francia desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana, salvo motivos imperativos, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se dio este viernes "unos ocho o diez días" antes de plantearse nuevas consignas en función de cómo evolucione la situación.
AMP