Miles de manifestantes celebraron en Dakota del Norte la decisión del gobierno contra un polémico proyecto de oleoducto, pero se preparaban para una larga lucha después de que el equipo de transición del presidente electo, Donald Trump, dijo el lunes que apoya el plan y lo revisará cuando acceda al cargo.
La compañía que construye el oleoducto, Energy Transfer Partners, afirmó en la noche del domingo que no planea rehacer el trazado y que espera poder completar el proyecto.
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El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunció el domingo el rechazo de una petición del oleoducto Dakota Access Pipeline para hacer un túnel bajo el lago Oahe, un pantano formado por una represa en el río Misuri.
Pueblos originarios de Estados Unidos y activistas contrarios al proyecto argumentan que los 1.885 kilómetros del oleoducto podrían dañar las tierras consideradas sagradas y contaminar la fuente de agua de las tribus locales.
En la noche del domingo, Energy Transfer Partners indicó en un comunicado conjunto con su socio Sunoco Logistics Partners que no tiene intención de redireccionar la línea y calificó la decisión del Gobierno del presidente Barack Obama como una "acción política".
Manifestantes en el campamento Oceti Sakowin de Cannon Ball, Dakota del Norte, celebraron el anuncio del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, pero expresaron su inquietud ante la posibilidad de que su alegría dure poco.
"Es una celebración temporal. Creo que es solo un descanso", dijo el domingo Charlotte Bad Cob, de 30 años, de la Reserva Pine Ridge de Dakota del Sur. "Con un nuevo gobierno podría cambiar y comenzar de nuevo".
El oleoducto está completo excepto por un tramo de 1,61 kilómetros que debe pasar bajo el lago Oahe, lo que requería permiso de las autoridades federales.
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