El presidente Miguel Díaz-Canel reafirmó el rumbo socialista de Cuba y por primera vez hizo referencia a una pugna entre sectores de derecha y de izquierda, que en su opinión atenta por igual “contra la unidad nacional”, imprescindible para enfrentar “la perversa política” de Estados Unidos.
“El plan de Estados Unidos es desacreditar la unidad nacional y a ese propósito aportan algunos desde las posiciones más extremas: desde la derecha, convocando a privatizarlo todo y al cambio de sistema, y también desde una supuesta izquierda demonizando cualquier espacio al mercado”, afirmó.
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Díaz-Canel hizo esa consideración cuando su gobierno reforma el andamiaje económico vigente durante más de medio siglo sin que se observen mejorías en la vida cotidiana. Todo ello, en medio un debate sobre otras maneras de salir de la crisis que afecta al país.
En ese contexto, el gobernante reconoció que “los extremos se tocan” y admitió que a “algunos cubanos les cansa” las sostenidas sanciones económicas de Washington. Condenó además “la crítica lapidaria al término socialismo y a cualquier intento de solución y de hacer una gestión gubernamental”.
El presidente clausuró el sábado tres días de deliberaciones de la Asamblea Nacional, donde trascendió que el índice de precios al consumidor mostraba en junio un crecimiento de 45 por ciento comparado con igual período anterior, básicamente en alimentos; la inflación interanual llegó al 45,48 por ciento y el sector agropecuario se mantuvo lejos de responder a la demanda nacional.
“Se sabe que la mayor fuerza de Cuba está en su pueblo y en su resistencia emblemática. Por eso también Estados Unidos nos ataca sembrando matrices de ingobernabilidad, de Estado fallido e inseguridad ciudadana”, dijo el mandatario, tras calificar de “perversa esa política, que no se limita al espacio económico y financiero”.
“La mitad de las industrias están paralizadas”, afirma un diputado.
En la Asamblea Nacional, ministros y disputados hicieron balance de la tensa situación económica nacional y las deliberaciones fueron transmitidas en vivo por la televisión nacional, de ahí que la reacción de los cubanos deviniera fiel reflejo de la crisis en curso.
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“La mitad de las industrias están paralizadas por falta de energía eléctrica”, se le escuchó afirmar el director de una acería de la oriental provincia de Las Tunas, luego de que el ministro del ramo, Vicente de la O Levy. informara de lo hecho y de lo que falta por hacer para garantizar la estabilidad del servicio eléctrico.
En el plenario, el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo que “se requiere avanzar con mayor celeridad” para reanimar ese sector clave, al tiempo que todas las cuentas sobre la producción de alimentos dieron negativas.
Los balances resultaron tan descarnados que en las redes sociales la reacciones fueron diversas: “¡A llorar que se perdió el tete!”, dijo una forista con humor, mientras otra instó a “no perder el optimismo”.
GGA