La relación entre la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y el ex presidente Alberto Fujimori durante los últimos meses de vida de este último despertó interrogantes sobre la naturaleza de su interacción en un contexto de salud deteriorada y el retorno de Fujimori al centro del debate político peruano.
La figura de Fujimori, quien murió a los 86 años después de haber sido liberado bajo un indulto humanitario, seguía siendo relevante tanto por su legado controvertido como por los movimientos políticos impulsados por su hija, Keiko Fujimori.
A lo largo de su enfermedad, Boluarte expresó públicamente "preocupación" por su estado de salud, marcando así un gesto simbólico dentro del escenario político del país.
Alberto Fujimori gobernó Perú entre 1990 y 2000, destacándose por su política de mano dura frente a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, así como por diferentes denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas durante su mandato, que lo llevaron a ser condenado a 25 años de prisión.
No obstante, tras un indulto humanitario, salió del penal de Barbadillo, donde había permanecido durante 16 años.
A pesar de su estado de salud, Fujimori seguía siendo una figura activa dentro de la política peruana, con aspiraciones presidenciales para las elecciones de 2026, como lo anunció su hija Keiko en julio de 2023.
Durante el último periodo de su vida, Fujimori enfrentaba serios problemas de salud, incluyendo un cáncer en la lengua que padecía desde hace 27 años y una reciente fisura en la cadera.
A pesar de su condición, su familia y seguidores mantenían la esperanza de que podría retomar su rol político, especialmente tras la recuperación de su libertad.
El papel de Boluarte
Dina Boluarte, quien asumió la presidencia de Perú tras la destitución de Pedro Castillo en diciembre de 2022, mantuvo una postura ambigua pero formal frente a Fujimori durante su mandato.
Mientras que no fue abiertamente fujimorista, mostró un respeto institucional hacia el exmandatario en sus últimos meses de vida.
A través de sus redes sociales, Boluarte expresó en varias ocasiones su "preocupación" por la salud del ex presidente y manifestó su solidaridad con la familia Fujimori en momentos clave, como tras la operación de emergencia a la que fue sometido en julio de 2023.
La presidenta se aseguró de no tomar una postura extrema, limitándose a gestos de solidaridad humanitaria sin comprometerse a una defensa abierta del legado de Fujimori.
Las muestras de apoyo para Fujimori
Durante los últimos meses de vida de Fujimori, la presidenta Boluarte expresó su solidaridad en diversas oportunidades.
En un mensaje publicado en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, la Presidencia de Perú escribió:
“Expresamos nuestra preocupación por la salud del ex presidente Alberto Fujimori y hacemos votos por su pronta recuperación”.
El respaldo de Boluarte hacia la familia Fujimori también se evidenció tras el fallecimiento del ex presidente. El gobierno de Perú, encabezado por Boluarte, expresó sus condolencias a la familia del exmandatario a través de un comunicado oficial.
Asimismo, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, informó que el Ejecutivo se encontraba en contacto con la familia para coordinar el funeral de Fujimori, conforme a los protocolos oficiales que se aplican para ex jefes de Estado.
"Nuestras sentidas condolencias a la familia, a quienes acompañamos en su profundo dolor. Dios lo tenga en su gloria y que descanse en paz".
MO