El ex director de seguridad de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), Andrés Cortabitarte, declaró hoy en el juicio del accidente del tren español Alvia en el que en el 2013 murieron 80 personas y 145 resultaron heridas, negando que haya tenido la culpa y responsabilizó al maquinista de lo ocurrido.
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“Empezó frenar a los 100 segundos, si hubiese frenado 4 segundos antes no estaríamos aquí. Estamos aquí por cuatro segundos”, afirmó el funcionario mientras el conductor del tren escuchaba atentamente.
El acusado señaló que la curva de A Grandeira había sido diseñada con un margen del “cien por ciento”, en el que se había construido de manera que un tren pudiera pasar, aunque circulara a 160 kilómetros por hora.
Cortabirtarte dedicó buena parte de su intervención en culpar al maquinista, Francisco Javier Garzón, como único responsable del accidente. “La causa del accidente es el incumplimiento del maquinista de la velocidad que tenía que controlar”, declaró el ex dirigente de Adif.
El acusado insistió que la curva de A Grandeira no era peculiar en la infraestructura nacional de Adif. “La curva no es peculiar, hay mil 800 con esas características o peores”.
Cortabitarte hizo hincapié en que existen hasta 48 puntos de peligrosidad similar en el trazado ferroviario español y que en ninguno de ellos, con la misma señalización que la del accidente, se había producido un accidente.
“Lo que es impensable es que alguien, en el sitio más importante de una línea, como en A Grandeira, esté diciendo ‘estoy bien, estoy bien’ pero estoy distraído hablando al teléfono. El maquinista ha estado hablando 100 segundo en el sitio más importante de la línea”, declaró el acusado.
En el accidente del tren Alvia, que viajaba de Madrid a Ferrol (Galicia), el tren, que iba a exceso de velocidad, descarriló en plena curva, a unos tres kilómetros antes de llegar a la estación de Santiago de Compostela.
Cuando el maquinista pulsó el freno de emergencia, el velocímetro del convoy marcaba 153 kilómetros por hora. Casi el doble de la velocidad permitida para tomar la curva.
El maquinista había hecho el mismo recorrido en 59 ocasiones en lo que llevaba del año. En el momento del accidente trató de controlar el violento impacto cuatro segundos después de que el tren comenzara a descarrilar a 179 kilómetros por hora. Pero nada pudo hacer. El tren recorrió de forma descontrolada casi medio kilómetro hasta que la máquina se detuvo.
En este juicio hay dos acusados: el conductor, y el ex director de seguridad de Adif, a los que la Fiscalía imputa 80 supuestos delitos de homicidio, 145 de lesiones y uno de daños. Pide cuatro años de cárcel para ambos, lo mismo que la plataforma de víctimas.
El juicio se realiza en Santiago de Compostela. Las víctimas y sus familiares reclaman por daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil casi 58 millones de euros. Está previsto que el juicio finalice dentro de nueve meses.