Disturbios en Kazajistán fueron un "intento de golpe" de terroristas, dice su presidente

La vida vuelve poco a poco a la normalidad en Almaty, la mayor ciudad y capital económica del país centroasiático, donde los disturbios fueron los más graves.

Un auto incendiado tras protestas en una calle en Almaty, Kazajistán.| AP
AFP
Almaty, Kazajistán /

El presidente de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, afirmó el lunes que su país había vencido un "intento de golpe" perpetrado por "terroristas" extranjeros, tras unos disturbios que dejaron víctima mortales y prometió que las tropas rusas y aliadas que apoyan al gobierno se irán "pronto".

La vida vuelve poco a poco a la normalidad en Almaty, la mayor ciudad y capital económica del país centroasiático, donde los disturbios fueron los más graves.

Las autoridades restablecieron parcialmente la conexión a Internet, pero las fachadas quemadas de los edificios públicos y los vehículos calcinados seguían dando testimonio de la violencia de los enfrentamientos.

En una videoconferencia, el presidente kazajo Kassym Jomart Tokayev hizo un balance de los acontecimientos frente a su homólogo ruso Vladimir Putin y sus demás aliados, que desplegaron dos mil 30 hombres en la antigua república soviética.

Tanto él como el líder del Kremlin prometieron la retirada de estas fuerzas una vez cumplida su misión.

El presidente dijo que su país había sido atacado por "grupos de combatientes armados" que habían aprovechado las manifestaciones por el aumento de los precios del combustible como excusa para actuar.

"Su objetivo principal apareció con claridad: socavar el orden constitucional, destruir las instituciones de gobierno y tomar el poder. Se trataba de un intento de golpe de Estado", dijo Kassym Jomart Tokayev.
"Se trata de un ataque terrorista, un acto organizado y bien preparado contra Kazajistán con la participación de combatientes extranjeros, procedentes de países de Asia central, incluido Afganistán. También participaron combatientes de Oriente Medio", declaró Tokayev, según un comunicado de su oficina que resume una conversación con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Todavía se desconoce el número de víctimas de los disturbios, los peores en la antigua república soviética desde su independencia en 1991.

Tokayev dijo que el número de víctimas civiles estaba "siendo verificado" y habló de 16 muertos y más de mil 600 heridos entre las fuerzas de seguridad. Sin embargo el número total de muertos se cuenta por decenas, según las autoridades locales.

"El perjuicio económico para el Estado podría ser de dos a tres mil millones de dólares", señaló el presidente.

Los violentos disturbios, que empezaron de forma repentina, llevaron al presidente kazajo a pedir ayuda a Rusia.

El 6 de enero se desplegó un contingente multinacional de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza dirigida por Moscú.

Según Tokayev, los dos mil 30 soldados y 250 vehículos abandonarán Kazajistán "pronto".

Vladimir Putin confirmó que sus soldados estaban allí "por un período limitado".

Este lunes, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, y su homólogo chino, Wang Yi, hablaron por teléfono sobre la situación en Kazajistán y expresaron su "firme apoyo" al gobierno de Tokayev, indicó el Ministerio de Exteriores ruso.

Ambos responsables "expresaron su preocupación por la intervención de fuerzas externas, incluida la participación de mercenarios extranjeros en ataques contra civiles y agentes de las fuerzas de seguridad", señaló el ministerio ruso.

Se ha restablecido el orden constitucional 

Tras días de saqueos, tiroteos y el incendio de la residencia presidencial y del ayuntamiento de Almaty, Tokayev declaró el lunes que "se ha restablecido el orden constitucional".

Tokayev aseguró que las fuerzas kazajas "nunca han utilizado ni utilizarán la fuerza militar contra manifestantes pacíficos".

El martes, el presidente kazajo deberá presentar ante el Parlamento la composición del nuevo gobierno, pues el anterior fue destituido la semana pasada, en un intento de calmar las protestas.

Vladimir Putin también dijo que Kazajistán se había enfrentado a una "agresión del terrorismo internacional", refiriéndose a "bandas de hombres armados", que "claramente tienen experiencia de combate" y que fueron entrenados en "centros en el extranjero".

A continuación, advirtió que Moscú no toleraría "revoluciones de colores" en la antigua URSS, una expresión para describir las revueltas orquestadas según el Kremlin por Occidente en los antiguos países soviéticos desde la década de 2000.

Las detenciones masivas continuaron con casi ocho mil personas arrestadas en todo el país, según cifras del Ministerio del Interior.

Además del aumento de los precios, la ira de los manifestantes también se dirigió a la corrupción endémica del país y al ex presidente Nursultán Nazarbáyev, de 81 años, que gobernó el país sin oposición desde 1989 hasta 2019, antes de entregar las riendas del poder a un leal, Kassym Jomart Tokayev.

JLMR

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