En un video subido a su red social Truth en el que se le mira ligeramente exaltado, el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que si regresa a la Casa Blanca en el 2024 pedirá al Congreso “aprobar una legislación que asegure que los narcotraficantes reciban la pena de muerte”.
Concentrando sus ataques sobre esta clase de grupos criminales, Trump diagnóstico que “los cárteles de la droga están librando una guerra en Estados Unidos y ahora es el momento de que Estados Unidos haga la guerra a los cárteles”, amenazando que no tendrá piedad por quienes “han arruinado la vida de millones de familias”.
Alegó que el país que gobernó entre 2017 y 2021 “está siendo envenenado por las drogas y por otros crímenes”, por lo que insistió que llevará a cabo una fuerte política para “restaurar la seguridad fronteriza y desplegar todos los activos militares necesarios, incluida la Marina" de los Estados Unidos.
Envalentonado por la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes del Congreso, dijo que ordenará al Departamento de Defensa “que haga un uso apropiado de la guerra cibernética de las fuerzas especiales y otras acciones abiertas y encubiertas para infligir el máximo daño a la infraestructura y las operaciones de los líderes de los cárteles”, acciones que se abstuvo de ordenar durante el tiempo que gobernó.
En algo que sí sugirió como presidente, Trump reiteró su deseo de designará a los principales cárteles “como organizaciones terroristas a las que cortaremos el acceso a los sistemas financieros globales”. Dijo que trabajará para forjar asociaciones “sin precedentes” con los gobiernos vecinos para obtener “plena cooperación” que lleve a “detener esta amenaza”.
Luego de que el pasado 15 de noviembre lanzará sin mucho éxito su precandidatura a la nominación republicana de cara a las elecciones del 2024, Trump ni siquiera ha asegurado las simpatías del conservadurismo en Norteamérica para ser nuevamente el elegido. La cascada de problemas judiciales y demandas civiles que enfrenta parece un sólido dique a sus aspiraciones que, a decir de analistas, muchas veces parecen más un esfuerzo para evitar la prisión que una genuina preocupación “por los millones de familias que están siendo destruidas” según su reciente mensaje en video.
También proclamó que piensa exponer “cada soborno y cada fragmento de corrupción que permite a los cárteles preservar su lluvia brutal” y dijo que cuando esté de vuelta en la Casa Blanca “los narcotraficantes y los traficantes nunca volverán a dormir tranquilos”, presumiendo datos que nunca se reflejaron en la realidad o la estadística, agregando que “ya lo hice una vez y lo hicimos mejor: una frontera fuerte, poderosa y respetada en todo el mundo”.
Una reciente encuesta celebrada a mediados de diciembre por la Universidad de Suffolk y el diario USA Today, muestra que entre los votantes conservadores el gobernador de Florida, Ron DeSantis, refrendó la delantera sobre el ex presidente Trump por 56 por ciento contra 44 por ciento, ventaja que parece inalcanzable a menos que el gobernador cometa errores garrafales.
En el mismo sondeo, De Santis derrota incluso al actual presidente Joe Biden 47 por ciento contra 43 por ciento, por lo que luce como misión imposible el que Trump aparezca de nueva cuenta en la boleta, ni siquiera fundando un tercer partido en el caso de que, como ha amenazado, los republicanos elijan a otros distinto a él.
dmz