El Ejército israelí mató a un niño palestino de 15 años, además de arrestar a 20 personas de madrugada en diferentes ciudades palestinas del territorio ocupado de Cisjordania, donde según la portavocía castrense, aprehendieron a nueve personas buscadas.
El niño fue herido de bala en el pecho durante una redada militar en la zona de Sufin, al este de la ciudad de Qalqilya (noroeste de Cisjordania) y fue trasladado al hospital, donde según el Ministerio de Sanidad palestino, ingresó en el quirófano y falleció un poco más tarde.
Según dijo un portavoz del Ejército a EFE, un grupo de "alborotadores" lanzó piedras y botellas de vidrio hacia los soldados, que "respondieron con fuego". Pero la prensa local detalla que la policía de frontera buscaba al perpetrador de un robo, que había dejado malherido a un anciano, cuando se dieron enfrentamientos con la población y los oficiales dispararon.
Así despidieron al menor:
Nueve personas buscadas
Además desde esta madrugada, policías de frontera y fuerzas del servicio de Inteligencia interior arrestaron a nueve "personas buscadas", confiscaron armas y 50 vehículos e interrogaron a sospechosos a lo largo de Cisjordania, dijo el Ejército en un comunicado.
En Surif, Hebrón, dos personas de interés fueron arrestadas, cuatro más en Beit Sira (Ramala) y otro en Kfar Aqab (Jerusalén Este). Hoy por la mañana, dos hombres fueron detenidos en Yenín, detalla el comunicado, que cifra en 4 mil 150 los arrestados "de interés" en Cisjordania desde que comenzó la guerra en Gaza; mil 750 supuestamente vinculados a Hamás.
Incursión de tropas israelíes:
Por su parte, fuentes palestinas denunciaron hoy una veintena de arrestos en total en toda Cisjordania, incluidos niños, al sumar operaciones policiales (con tanques militares y perros) también en los pueblos de Belén, Betunia o Dura.
Según cifras de la ONG palestina el Club de Prisioneros, son más de 9 mil 300 los detenidos palestinos desde el 7 de octubre, sin contar aquellos en detención domiciliaria o tomados en puestos de control militares.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (entre 2000 y 2005), y en lo que va de 2024 al menos 219 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 43 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Desde el ataque de Hamás del 7 octubre la represión se ha incrementado y, desde entonces, han muerto al menos 545 palestinos en Cisjordania, incluido Jerusalen Este, en incidentes con tropas, y una decena de ellos a manos de colonos.
Del lado israelí, han muerto en 2024 catorce personas: doce en nueve ataques palestinos, entre ellos seis uniformados y seis civiles (cinco de ellos colonos residentes en Cisjordania); además de una soldado en Yenín que detonó un explosivo con su vehículo y un policía durante una redada en Tulkarem.
SNGZ