El sismo de magnitud 7.1 y el tsunami que golpeó Indonesia el viernes, dejaron devastación a su paso.
Lugares donde se regían iglesias, puentes y casas, quedaron irreconocibles, inundadas o destruidas por la fuerza del agua que arrasó con todo a su paso.
Las autoridades indonesias elevaron a mil 234 la cifra de víctimas mortales que causó el terremoto de magnitud 7.1y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el viernes pasado.
En algunas zonas de Palu el suelo se ha convertido en lodo, un fenómeno conocido como liquefacción. Del suelo se desprende agua y en poco tiempo se convierte en una masa espesa.
Palu es la capital de la provincia de Célebes Central, tiene una población de unas 350 mil personas, y es vecino del distrito de Donggala, con unos 277 mil habitantes; ambos están considerados las zonas más afectadas por el terremoto y el tsunami.
Al menos 557 personas murieron y casi 400 mil resultaron desplazadas por los cuatro terremotos de magnitudes comprendidas entre 6.3 y 6.9 que sacudieron la isla de Lombok entre el 29 de julio y el 19 de agosto pasados.
Las autoridades temen que el balance final sea mucho más alto, pues gran parte de la región afectada sigue siendo inaccesible.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7 mil terremotos, la mayoría moderados.
JOS