Jefes de Estado y Gobierno y organizaciones internacionales lamentaron el fallecimiento ocurrido ayer del ex secretario general de la ONU y Nobel de la Paz ghanés Kofi Annan, a la vez que realzaron su integridad, dignidad y lucha por la paz mundial.
Nada más conocerse el fallecimiento de Kofi Annan en Berna, Suiza, a los 80 años tras una corta enfermedad, los mensajes de condolencia no dejaron de producirse por parte de responsables políticos en ejercicio y también de líderes con los que coincidió durante su larga carrera diplomática.
La mayoría recordó al diplomático africano como un “estadista” cuya labor fue una “inspiración” y un ejemplo para todos y se destacaron su carisma e integridad personal en la defensa del multilateralismo y la paz.
Annan era, “en muchos sentidos, las Naciones Unidas”, según el actual responsable de la ONU, el portugués António Guterres, quien lo calificó de “referente y guía”.
La mandataria alemana, Angela Merkel, coincidió en calificarlo de “destacado estadista” y una “fuente de inspiración”. También el presidente ruso, Vladímir Putin, se sumó a los homenajes y destacó especialmente la sabiduría y el coraje del ex secretario general de la ONU, de quien dijo que admiraba “su capacidad para tomar decisiones sopesadas incluso en las situaciones más críticas y difíciles”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, incidió en que Annan será recordado “como un hombre de acción internacional”, que “luchó contra el antisemitismo y la negación del Holocausto”.
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, alabó además su legado de “empatía” y “destacable servicio público”, mientras la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, lamentaba “la pérdida de uno de los más grandes hombres de nuestro tiempo”.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, habló de Annan como un “gran humanista”, del que nos queda “su legado para seguir trabajando a favor de la paz, la seguridad y por reforzar la defensa de los derechos humanos”, mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, recordaba su “mirada tranquila y resuelta”.
La premier británica, Theresa May, calificó al fallecido ex secretario general de la ONU como un “gran líder y reformista”.
“Aportó una gran contribución a que el mundo que ha abandonado sea un lugar mejor que el que lo vio nacer”, afirmó en Twitter.
En América el presidente de Brasil, Michel Temer, dijo de Annan que “deja el mayor ejemplo de dedicación a las causas de paz, de desarrollo y de los derechos humanos”, mientras el gobierno colombiano destacaba su apuesta por la paz en el país.
El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama (2009-2017) afirmó que Annan era una persona con “integridad, persistencia y optimismo” que “encarnó la misión de Naciones Unidas como pocos”.
El ex presidente de EU Bill Clinton aseguró, en un comunicado firmado con su esposa y ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que fue un honor trabajar con Annan en sus esfuerzos para reformar a Naciones Unidas, fortalecer la salud global, mantener la paz y reducir la pobreza.
“Hoy el mundo pierde a quien fue un promotor de la paz y el diálogo. Extrañaremos su liderazgo y calidad humana”, resumió la ex mandataria chilena Michelle Bachelet, actual alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU.
El presidente Enrique Peña Nieto lamentó en Twitter el fallecimiento del Nobel de la Paz, al que calificó de “extraordinario ser humano”.
“México lamenta el sensible fallecimiento de Kofi Annan, ex secretario general de la ONU y Premio Nobel de la Paz 2001. Gran líder y extraordinario ser humano. Sus aportaciones a favor de la paz y los derechos humanos son su legado”, escribió.
El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, recordó que Annan “pasó su vida defendiendo la paz y la dignidad humana durante su larga carrera en las Naciones Unidas”.
Sin embargo, hasta anoche, ninguna de las dos cuentas del presidente de EU, Donald Trump, que acostumbra utilizar con demasiada frecuencia, hacía referencia alguna a la muerte o legado de Annan.
“SOY UN OPTIMISTA TESTARUDO”
Como secretario general de la ONU, Annan tuvo entre sus mayores logros los programas y políticas que puso en marcha para reducir la desigualdad interna de las naciones y entre los países, combatir las enfermedades infecciosas, fomentar los derechos humanos y proteger a los civiles de crímenes de guerra como genocidios.
Pero antes, como jefe de operaciones de paz de la ONU, Annan compartió la culpa del fracaso del despliegue de los cascos azules para impedir los genocidios en Ruanda en 1994 y en la localidad bosnia de Srebrenica en 1995.
Como titular de la ONU, participó en los esfuerzos de paz para reunificar isla de Chipre (entre turcos y griegos), presentando un plan que fue rechazado en un referendo por los grecochipriotas en 2004.
Se opuso a la invasión de Irak liderada por EU en 2003 y luego fue el primer enviado de la ONU en el inicio de la guerra de Siria, pero renunció después de que las potencias mundiales no cumplieran sus compromisos.
“La ONU se puede mejorar, no es perfecta, pero si no existiera, tendrías que inventarla”, dijo a la BBC durante una entrevista por su 80 cumpleaños en abril pasado. “Soy un optimista testarudo, nací optimista y seguiré siendo optimista”, añadió.
El mundo lamenta la muerte de Kofi Annan
Gobernantes y líderes internacionales recuerdan legado del ex secretario general de Naciones Unidas fallecido ayer a los 80 años en Berna, Suiza.
Nueva York y Ginebra /
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