El Vaticano revelará este lunes los archivos sobre Pío XII (1939-1958) a los investigadores, impacientes por estudiarlos y entender mejor a un papa que permaneció en silencio durante el exterminio de seis millones de judíos en el Holocausto.
Doscientos expertos se han inscrito para consultar una montaña de documentos, accesibles gracias a un inventario que los archiveros de la Santa Sede tardaron 14 años en terminar.
El historiador alemán Hubert Wolf no faltará a la cita en Roma. Este experto en la relación entre Pío XII y los nazis seguirá otra pista: las notas escritas por 70 embajadores del Vaticano, los ojos del papa en el extranjero. Y las peticiones de ayuda de organizaciones judías o los mensajes con el presidente estadunidense Franklin Roosevelt.
Se abren por primera vez los archivos del largo período de posguerra, el de la censura de escritores y sacerdotes demasiado inspirados en el comunismo.
Para la fase polémica del Holocausto, el Vaticano ya publicó lo esencial hace 40 años, en 11 volúmenes compilados por los jesuitas. Pero faltan piezas, sobre todo las respuestas del papa.
“Cuando el papa recibe un documento sobre los campos de concentración, no tenemos su respuesta. O no existe o se halla en el Vaticano”, explica Wolf.
El historiador ya examinó los doce años de vida en Alemania de Eugenio Pacelli, embajador de la Santa Sede (1917-1929) y testigo del ascenso del nazismo. Más tarde regresó a Roma para convertirse en la mano derecha de su predecesor Pío XI, antes de ser elegido papa.
Los archivos ya han revelado que el sumo pontífice recibió alertas sobre el exterminio de judíos de Europa.
“No cabe duda de que el papa estaba al tanto de los asesinatos de judíos, lo que realmente nos interesa es cuándo lo supo por primera vez y cuándo se lo creyó”, comenta Wolf.
1942: Mensaje de Navidad
El 24 de diciembre de 1942, durante su largo mensaje de radio navideño, Pío XII menciona “cientos de miles de personas que, sin culpa alguna, y a veces por el solo hecho de su nacionalidad o raza, están condenadas a la muerte o a un exterminio progresivo”.
El mensaje fue transmitido en italiano —y no en alemán que sí lo hablaba— solo una vez, sin mencionar explícitamente a los judíos ni a los nazis pero ¿lo escucharon y entendieron los católicos alemanes?
“Los únicos que lo escucharon fueron los nazis”, resume Wolf, porque había interferencias en las ondas de radio.
Pío XII, un exdiplomático que buscó permanecer neutral en tiempos de guerra, estaba preocupado por la protección de los católicos en alemania y europa en general y no podía ser más explícito, argumentan sus defensores.
Los historiadores estiman que unos cuatro mil judíos estuvieron escondidos en Roma en instituciones católicas.
“Muchos judíos fueron salvados en conventos, pero ¿por qué fueron asesinados por personas que decían ser cristianas?”, responde el experto estadunidense David Kertzer, autor de un libro sobre Pío XII y Mussolini.
En su opinión, el tema esencial sigue siendo “el silencio del papa” y una iglesia católica que ha “demonizado” a los judíos durante demasiado tiempo.
Además, este profesor universitario acusa a Pío XII de nunca haber pronunciado la palabra “judío”.
Wolf recalca que Pío XII nunca dijo nada sobre el Holocausto. “¿Y por qué no reconoció la creación del Estado de Israel en 1948?”, se pregunta.