Alemania vive una jornada incierta en las elecciones en las que socialdemócratas y conservadores se disputan la sucesión de Angela Merkel, que dejará la cancillería tras 16 años en el poder, mientras se reporta una peleada disputa entre ambos bloques, según los primeros sondeos.
El Partido Socialdemócrata (SPD) de Olaf Scholz habría obtenido un 26 por ciento de los votos, en tanto los democristianos de la canciller, liderados por Armin Laschet, habrían recabado un 24 por ciento, según datos de la cadena ZDF.
En cambio, el canal ARD apuntaba que ambos partidos habrían conseguido un 25 por ciento de los sufragios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esas encuestas no incluyen el voto por correo, muy elevado.
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"Siempre voy a votar, pero este año es apasionante saber quién va a ser" el próximo canciller, señaló Ursula Becker, una electora de 62 años de Aquisgrán, en el oeste de Alemania.
Precisamente es en esta ciudad donde votó el candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Armin Laschet, que cometió un error al no ocultar su boleto ante las cámaras como estipula el código electoral, por lo que su papeleta podría ser invalidada.
"Cada voto cuenta" porque está en juego "la orientación de Alemania para los próximos años", declaró Laschet.
Su principal contrincante, el socialdemócrata Olaf Scholz, que votó en Potsdam, una ciudad cercana a Berlín, destacó el resplandeciente tiempo como "buena señal" para la centroizquierda, formación que ha remontado los sondeos de manera inesperada desde el verano boreal.
En esta misma circunscripción, la aspirante de los Verdes, Annalena Baerbock, de 40 años, depositó su boleto al mediodía.
"Hoy es una fiesta de la democracia. Toda Europa nos está mirando", afirmó Baerbock.
Unos 60.4 millones de votantes están llamados a elegir a sus diputados, y podrán hacerlo hasta las 18:00 locales. Hasta hace pocos días, todavía cerca de un 40 por ciento de los electores seguían indecisos en estos comicios cruciales, que marcan el fin de los 16 años de Angela Merkel al frente de la primera economía europea.
¿Cómo ha sido la contienda electoral en Alemania?
El nombre del futuro canciller y la composición de su probable mayoría corre el riesgo de no conocerse esta noche en Alemania.
Todo indica que serán necesarias largas e intensas negociaciones para formar una coalición, por lo que podría producirse una parálisis europea hasta el primer trimestre de 2022.
Tras mantenerse alejada de la contienda electoral, la canciller aumentó su participación en los mítines en los últimos días para apoyar a Laschet.
Durante mucho tiempo a la cabeza en la intención de voto, los democristianos podrían caer del umbral simbólico del 30 por ciento, por primera vez desde 1949.
Además de la erosión del poder, la unión conservadora se vio afectada por la mala campaña de su torpe e impopular candidato.
Los errores de sus oponentes, combinados con la casi impecabilidad de Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas de 63 años, resucitaron a un SPD dado moribundo.
El ex alcalde de Hamburgo no duda en exhibirse como el verdadero heredero de Merkel.
Laschet, un centrista afable propenso a las meteduras de pata, era el claro favorito para suceder a su aliada Merkel, pero su popularidad comenzó a declinar tras una serie de traspiés.
El bloque que podría dar la sorpresa en Alemania
El temor a una coalición de izquierda, agitada por los conservadores, podría también movilizar al electorado indeciso, mientras que los Verdes se centrarán en obtener el tercer puesto, con alrededor del 17 por ciento de los votos.
Este resultado sería histórico para esta facción ecologista, que hasta ahora sólo ha superado la marca del 10 por ciento en 2009.
Pero sería un resultado agridulce, después de que en abril liderasen las encuestas, en un país preocupado por el cambio climático, una cuestión sensible especialmente entre los jóvenes.
"Es realmente un tema muy importante para mí, porque creo que influirá mucho en mi vida en el futuro", dijo hoy Maite Hoppenz, de 18 años, al votar por primera vez.
Todo apunta a que, desde la década de 1950, sería la primera vez que el apoyo de una tercera facción es necesario para formar una coalición.
Los liberales del FDP ya se perfilan como un potencial candidato, mientras que la izquierda radical Die Linke parece estar dispuesta a entrar en esa posible coalición, aunque primero tendrá que renunciar a sus críticas contra la OTAN.
Por su parte, la ultraderecha AfD, que entró en Bundestag por primera vez hace cuatro años, debería consolidarse como partido con alrededor del 10 por ciento, aunque permanece excluida de cualquier posible coalición.
OMZI