Las elecciones en Francia darían la victoria a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) en la Asamblea Nacional (congreso) sin una mayoría absoluta, tras un ajustado balotaje con la alianza del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha disputándose el segundo puesto, según las proyecciones.
El NFP obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños en el congreso, seguido de la alianza oficialista entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con entre 115 y 155, según cuatro proyecciones al cierre de los colegios electorales.
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Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasó en su intento de lograr la mayoría absoluta en estas elecciones en Francia, que las proyecciones consideraban posible hace una semana, e incluso de ganar, como parecía posible hace dos días.
"Nuestro pueblo ha rechazado claramente el peor escenario posible", declaró el líder izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, para quien el NFP, que carece de mayoría absoluta, deberá "gobernar", pero sin "entablar negociaciones" con la alianza de Macron.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien logró su reelección como diputado, respondió que "nadie puede decir quién ganó la elección" y llamó al oficialismo a abrirse al partido de derecha Los Republicanos (LR), que lograría entre 57 y 67 escaños.
Los pactos implícitos entre el oficialismo y la coalición de izquierdas, consistentes en concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar a RN en cada circunscripción en el balotaje, frustraron la victoria ultraderechista.
El candidato de RN a primer ministro, Jordan Bardella, denunció una "alianza del deshonor" y aseguró que su partido "encarna la única alternativa" para "enderezar" Francia.
"La marea sube. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo y, en consecuencia, nuestra victoria sólo se ha aplazado", abundó Le Pen.
Un gobierno de su formación, que podría duplicar los 89 diputados de 2022, habría sido el primero ultraderechista en Francia desde la Liberación de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial y uno nuevo en la Unión Europea, junto a Italia, entre otros.
Artistas, deportistas, sindicatos y organizaciones se movilizaron para frenar la llegada al poder de la extrema derecha, como la estrella del fútbol Kylian Mbappé, que había llamado a votar "del lado bueno".
Desde Italia, el papa Francisco advirtió este domingo contra las "tentaciones ideológicas y populistas", sin mencionar a ningún país.
Piden a Marcon libertad para gobernar
El líder de la extrema izquierda fue el primero en comparecer ante las proyecciones de los resultados. Aprovechando el entusiasmo, ha sugerido a Emmanuel Macron los deje hacer gobierno y exigió la dimisión del primer ministro Gabriel Attal.
El presidente dijo, a través de un comunicado y tras las declaraciones del líder de NFP, que se tomará su tiempo para revisar la nueva estructura de la Asamblea Nacional antes de decidir sobre la construcción del gobierno. En el escrito, asegura “velar para que se respete la decisión soberana de los franceses”.
A pesar de la celebración desmedida en Francia por el triunfo de la izquierda, la realidad es que Francia entrará en un incierto parlamentario, con una Asamblea dividida y con una posible cohabitación. Gabriel Attal, primer ministro presentará su renuncia este lunes, así lo comunicó al conocer el resultado de las legislativas.
Esta sería la primera vez que Francia es gobernada por dos fuerzas políticas. A la espera de la decisión de Macron, la V República despertará este lunes con un panorama incierto.
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¿Qué escenarios presentan estas elecciones en Francia?
Muestra de que las elecciones en Francia eran cruciales, la cifra oficial de participación (59.71% a las 17:00 horas locales) fue la más alta desde 1981, e incluso el ex presidente socialista François Hollande volvió a la política y logró un escaño.
Macron había adelantado las legislativas previstas en 2027 para pedir una "aclaración" política a los franceses, a raíz de la victoria de RN en los comicios europeos del 9 de junio, en una decisión "arriesgada", según los analistas.
La respuesta de los electores fue reconducir los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022, con una nueva relación de fuerzas y sin mayorías absolutas.
A menos de tres semanas del inicio de los Juegos Olímpicos de París, la incertidumbre planea sobre la composición del próximo gobierno.
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El primer ministro, Gabriel Attal, anunció que presentará su dimisión el lunes, pero que continuará "mientras el deber lo exija", a la espera de un nuevo gobierno.
El presidente francés esperará a conocer la "estructura" de la nueva Asamblea, que debe escoger su presidencia el 18 de julio, antes de decidir a quién llamará para formar gobierno, anunció su oficina.
Durante la campaña emergieron varias hipótesis: una coalición entre parte de la izquierda y el oficialismo, o incluso un gobierno tecnócrata con apoyo parlamentario en la segunda economía de la UE.
Pero una eventual coalición parece difícil por las críticas cruzadas entre La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de Mélenchon, importante socio del NFP, y la alianza de Macron, que acusó a este partido de "antiparlamentario" y "antisemita".
"Vamos a tener que comportarnos como adultos", aseguró Raphaël Glucksmann, símbolo del ala socialdemócrata del NFP, para quien "dialogar" es "un cambio de cultura política" en una Francia poco acostumbrada al parlamentarismo.
Tanto aliados y rivales de Francia en las escena internacional siguieron de cerca estos comicios, máxime cuando París, potencia nuclear, es uno de los motores de la Unión Europea y uno de los principales apoyos de Ucrania contra Rusia.
Cierran colegios electorales en Francia:
Con información de AFP
aag