El opositor Laurentino Cortizo encabezaba ligeramente los resultados preliminares de la elección presidencial panameña más reñida desde la transición a la democracia hace tres décadas. El margen de diferencia era tan estrecho que Rómulo Roux, el segundo en el conteo, dijo la noche del domingo que no reconocerá los resultados hasta que revisen minuciosamente todos los votos.
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Esta vez ha sido un duelo entre los candidatos de los dos partidos opositores más importantes, que parecieron sortear el enojo de una parte de los panameños por la corrupción y el estatus quo político.
Con casi el 90% de las mesas de votación escrutadas, Cortizo, un empresario ganadero de 66 años y candidato por el Partido Revolucionario Democrático (PRD)-- contaba con 32.9 por ciento sobre Roux, del opositor Cambio Democrático --la agrupación del ex presidente Ricardo Martinelli--, que tenía 31 por ciento. Ricardo Lombana, cuyo movimiento independiente entusiasmó a muchos en medio del hartazgo por los escándalos de corrupción y el hastío por la vieja política, estaba rezagado en el tercer lugar con 19.8 por ciento. Es decir había una diferencia de menos de 2 por ciento y de casi 31 mil votos entre Cortizo y Roux.
La puja entre los dos opositores iba tan reñida que el Tribunal Electoral se ha demorado en hacer esta vez un anuncio. El organismo suele llamar al virtual ganador para anunciarle el triunfo y felicitarlo, cosa que no se ha dado hasta el momento.
Roux se dirigió a la prensa junto a sus seguidores para advertir que no iba a aceptar los resultados por considerar que el conteo iba demasiado ajustado y que tenía informes de irregularidades e impugnaciones que afectaron su candidatura. “Tenemos que garantizar la protección del proceso electoral y de la democracia. Ahora mismo (la elección) está en dudas”, dijo sin aportar pruebas y en medio de los seguidores que gritaban “¡No al fraude!”.
El tribunal no reaccionó de inmediato a esos señalamientos. El dirigente del partido de Cortizo, el diputado Pedro Miguel González, dijo que Roux “tiene el derecho que se le aclare cualquier duda”.
El porcentaje que estaba sacando Cortizo se perfilaba como uno de los más bajos en una elección presidencial desde la transición democrática tras el fin del régimen militar luego de la caída del dictador Manuel Noriega por la invasión de Estados Unidos a fines de 1989. En 1994, en las primeras elecciones libres, el candidato del PRD Ernesto Pérez Balladares ganó a la oficialista Mireya Moscoso por cuatro puntos porcentuales.
De mantenerse esos resultados, Cortizo regresaría al PRD, de tendencia socialdemócrata, al poder por tercera vez y después de haber perdido las elecciones de 2009 y 2014. La última vez que gobernó el PRD fue con Martín Torrijos (2004-2009).
Las reacciones, sobre todo en los medios sociales, no se hacían esperar: muchos que votaron por la opción independiente lamentaban los resultados pero al mismo tiempo quedaron esperanzados en que el país gire hacia esa senda en el futuro.
“Sin importar el resultado, hay que felicitar a Ricardo Lombana porque ha despertado por primera vez el interés de muchos pelaos (jóvenes)”, escribió en su cuenta de Twitter la chef panameña Elena Hernández.
Mientras Cortizo y Roux esperaban con drama que se escrutara el último voto o el anuncio de las autoridades electorales, Lombana se dirigió a sus seguidores para pregonar que “¡hemos hecho historia!”.
“Tenemos 400 mil razones para seguir. Son 400 mil personas que le han dicho ‘no’ a la corrupción y al clientelismo político”, destacó el abogado de 45 años en alusión al número de votos que sacó “Este movimiento ‘Nuevo camino Panamá’ llegó para quedarse”.
El ganador de los comicios sucederá al conservador Juan Carlos Varela desde el 1 de julio y para los próximos cinco años en un país de cuatro millones de habitantes que tiene entre sus desafíos sacudirse de las manchas que le dejó el escándalo de los Papeles de Panamá, los sobornos de la brasileña Odebrecht, así como alentar la economía y lidiar con su nuevo socio político, China, un asunto que inquieta a Estados Unidos. Varela había ganado la elección de 2014 con el 49% de los votos y con una ventaja de ocho puntos porcentuales sobre su más cercano rival.
Cortizo, con estudios en administración de empresas en Estados Unidos y que fue ministro de Agricultura bajo el gobierno de Torrijos, promete una “lucha frontal” contra el desvío de los fondos públicos y cerrar las brechas en uno de los países más desiguales del planeta, según organismos internacionales.
“No tengo absolutamente ninguna duda que eso se va a dar en mi gobierno”, manifestó después de emitir su voto. Agregó que le da la bienvenida a los lazos con China pero sin perjudicar la relación con Estados Unidos.
Roux, un empresario de 54 años que fue canciller en el pasado gobierno de Martinelli (2009-2014), reiteró el domingo su tema emblema de campaña: que el país regrese al crecimiento que se vivió en la administración martinellista. Martilló que la economía de Panamá sólo creció un 3,8% el año pasado frente a la expansión del 10,7 por ciento en 2012, cuando gobernaba el magnate de los supermercados y actualmente preso por acusaciones de espionaje político.
“Vamos a volver a generar el progreso económico que los panameños están pidiendo a gritos”, subrayó Roux antes de votar.
La votación se celebraba después de las revelaciones sobre lavado de dinero en los llamados Papeles de Panamá, que mancharon la reputación del país a nivel internacional. La filtración de documentos financieros secretos mostró cómo algunos de los más ricos del mundo ocultaban su dinero utilizando sociedades pantalla en Panamá y otros países. Pese al escándalo, Panamá sigue siendo un lugar estratégico para el comercio gracias a la bulliciosa ruta naviera del Canal de Panamá y a un aeropuerto internacional ampliado hace poco.
A los votantes panameños también les preocupan el creciente desempleo, el declive de las escuelas públicas, un suministro de agua poco fiable y la corrupción sin castigar.
“Yo no creo que eso lo vamos a erradicar, pero sí se puede minimizar y se puede lograr una mejor distribución de la riqueza”, dijo a la AP Juan Carlos Córdoba, un vendedor de mercancías de 62 años que llegó temprano a votar en un sector de la periferia capitalina. “Panamá es un país muy rico y cuando se une tiene una tremenda fortaleza, así que yo espero que esa explosión de corrupción pueda ayudar a mejorar”.
“Esperamos que compongan el país con todo lo que estamos viviendo ahora mismo, que se mejore”, señaló a la AP Vielka Henríquez, una maestra de 49 años, que votó en Boca La Caja, el llamativo barrio de pescadores capitalino con sus casas apiñadas y calles estrechas rodeado por lujosos rascacielos.
El ganador del domingo se topará con una nueva realidad diplomática después de que Varela, un conservador de 55 años y veterano de la industria de las bebidas alcohólicas, decidiera estrechar los lazos políticos y económicos del país centroamericano con China. Panamá estableció relaciones diplomáticas con el gigante asiático y rompió con Taiwán en 2017. Varela, que se irá con una baja popularidad debido en buena parte a la desaceleración económica, no podía buscar la reelección, puesto a que está vedada en la constitución.
China y Estados Unidos son los principales clientes del Canal de Panamá, el motor económico del país.
EB