La Fiscalía del Tribunal Supremo de España informó que asumirá la investigación que afecta directamente al rey emérito, Juan Carlos de Borbón, dentro de las pesquisas por las presuntas comisiones cobradas por el Tren de Alta Velocidad (AVE) a La Meca (Arabía Saudí).
En un comunicado, la Fiscalía señaló que la investigación trata de “delimitar o descartar” la relevancia penal de los hechos que ocurren con posterioridad a que el rey emérito abdicara en junio de 2014, “momento en el que dejó de estar protegido por la inviolabilidad” que la Constitución da al jefe del Estado.
Las pesquisas se centran en la Fase II de la construcción del llamado “AVE del desierto” que une las ciudades de Medina y la Meca.
La investigación la comenzó la Fiscalía Anticorrupción tras la confesión de Corinna Larsen, la amiga íntima del rey, al comisario investigado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo sobre las presuntas irregularidades que pudieron cometer empresarios españoles, y el propio Juan Carlos, en la adjudicación del contrato de ampliación de la construcción del AVE a La Meca.
El contrato entre el consorcio Al Shoula, formado por 12 empresas españolas y dos locales, y los saudíes sufrió diversos retrasos y disputas, tanto entre las firmas que integraban el citado consorcio como con el Gobierno saudí.
Los encontronazos se prolongaron hasta mayo de 2018 cuando se firmó un acuerdo en el que la parte española arrancó 210 millones de euros adicionales.
Paralelamente, la Fiscalía suiza abrió una investigación el verano de 2018 sobre dos fundaciones offshore titulares de cuentas en bancos suizos y de las que Juan Carlos I es beneficiario. En una de ellas, la fundación Lucum, según las confesiones de Corinna y la investigación del fiscal Yves Bertossa, el rey emérito recibió 100 millones de dólares del monarca árabe Adbul Aziz Al Saud.
Tras publicar el diario The Telegraph que el rey Felipe VI es el segundo beneficiario de dicha fundación, a nombre de la que se habrían depositado los 100 millones de dólares del rey saudí, la Casa Real emitió un comunicado histórico en el que el rey marcó distancias con su padre.
Le retiró la asignación anual de 190 mil euros que recibía de la Casa Real y renunció a la herencia que pudiera corresponderle de dicha fundación.
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