Al menos tres tripulantes afganos murieron el sábado cuando se estrelló el helicóptero Black Hawk de fabricación estadunidense que pilotaban, informó el Ministerio de Defensa del Talibán.
En el comunicado se indicó que otras cinco personas resultaron heridas en el accidente, registrado durante una sesión de entrenamiento supervisada por el Ministerio de Defensa de Afganistán en Kabul, la capital.
No se sabe cuántos helicópteros estadunidenses quedan en manos del gobierno talibán. Cuando el gobierno afgano respaldado por Estados Unidos colapsó a mediados de agosto del año pasado, docenas de pilotos afganos huyeron a países de Asia Central, incluyendo Tayikistán y Uzbekistán.
Los pilotos de la Fuerza Aérea Afgana jugaron un papel clave, junto con sus homólogos estadunidenses, en la guerra de 20 años contra los insurgentes talibanes que terminó con la salida de las tropas extranjeras el año pasado. Los ataques aéreos causaron numerosas bajas entre el Talibán y los expulsaron repetidamente de las posiciones que habían tomado en diferentes partes del país.
El año pasado, alrededor de 140 pilotos afganos y otros volaron desde Tayikistán y luego a Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, y su destino final en Estados Unidos.
Por otra parte, tres civiles resultaron heridos cuando una bicicleta bomba explotó en Kabul, dijo Khalid Zadran, portavoz del jefe de policía de la capital.
El ataque ocurrió en el vecindario de Shai y nadie se ha atribuido de momento la responsabilidad por la explosión.
Recientemente, el grupo Estado Islámico ha perpetrado ataques similares en el país. El ISIS ha emprendido una campaña sangrienta de ataques contra objetivos talibanes y grupos minoritarios, en particular chiíes a quienes el Estado Islámico extremista considera herejes.
ledz