Tres policías murieron ayer, martes, en el condado keniano de Garissa (este), una zona que sufre frecuentes ataques del grupo yihadista somalí Al Shabab, cuando el vehículo en el que viajaban pisó un artefacto explosivo, confirmaron fuentes de la policía del país.
"El incidente pasó ayer por la mañana. Nuestro vehículo pasó sobre un dispositivo explosivo improvisado dispuesto en la carretera. La explosión dejó tres agentes muertos y uno herido", dijo este miércoles por teléfono Resila Onyango, vocero de la policía keniana, sin ofrecer más detalles.
Los hechos se produjeron después de que, a finales de enero, las autoridades de Kenia reconocieran un "resurgimiento" de las actividades de Al Shabab en el este del país, especialmente a lo largo de la carretera en construcción que unirá el puerto keniano de Lamu con los vecinos Sudán del Sur y Etiopía, un proyecto conocido por las siglas LAPSSET.
Desde el pasado mes de diciembre, el gobierno keniano ha registrado varios ataques contra los trabajadores de LAPSSET, que han dejado al menos catorce muertos, todos ellos a unas pocas decenas de kilómetros de la frontera que comparten Kenia y Somalia.
El Ejército de Kenia invadió Somalia en octubre de 2011 tras una serie de secuestros atribuidos a Al Shabab en su territorio.
Poco después, en febrero de 2012, las tropas kenianas se incorporaron a las fuerzas de la Unión Africana (UA) en Somalia, que combaten a los fundamentalistas junto al ejército somalí.
Desde entonces, estos yihadistas, afiliados a la red terrorista Al Qaeda desde 2012, han perpetrado numerosos ataques en Kenia.
El ataque más grave de Al Shabab en suelo keniano ocurrió en abril de 2015, cuando 148 personas murieron en el asalto a la Universidad de Garissa.
MO