Charlie Hebdo, un "periódico de combate divertido", debe estar "donde los otros no osan ir", afirma en entrevista con la AFP el dibujante Riss, uno de los miembros de la redacción que sobrevivió al atentado hace un año en París.
Protegido por cinco guardaespaldas, Riss cuenta con orgullo cómo los supervivientes lograron hacer renacer el semanario, que los yihadistas creían muerto. "Un periódico de combate, pero un combate divertido, disparatado", especialmente en pro del laicismo.
La prueba es la aparición este miércoles de un número aniversario, más ateo y satírico que nunca, y con una tirada de un millón de ejemplares. En su portada, un dios asesino, además de un editorial de defensa de laicismo, también escrito por Riss.
"Charlie debe estar allí donde los otros no osan ir. Para esta portada, yo quería sobrepasar tal o cual religión y tocar cosas más fundamentales. Es la propia idea de Dios que nosotros, en Charlie, contestamos. Afirmar las cosas claramente hace reflexionar. Hay que zarandear un poco a la gente, de lo contrario permanecen en sus carriles".
Desde el atentado del 7 de enero, el diario ha vivido "un año de combates semanales: combates por nuestras ideas, pero también para demostrarnos que seguíamos siendo capaces de hacerlo. Es la prueba última, en la que vemos si vivimos o si morimos, si creemos en nuestras ideas hasta el punto de superar este año y salir vencedores. Si el periódico hubiera desaparecido, nuestras ideas habrían desaparecido un poco", dice el dibujante, que dirige ahora Charlie.
Pese a la llegada de unos diez nuevos colaboradores, el vacío dejado por los muertos, entre ellos los célebres dibujantes Cabu, Wolinski, Tignous, Honoré y Charb, sigue siendo grande. "Pensamos en ellos sin cesar". "Para mí, no están aquí, pero no han desaparecido", afirma Riss.
Riss, que fue gravemente herido en el atentado, quiere que su periódico siga defendiendo el laicismo en Francia y en el extranjero. El apoyo recibido por el semanario sigue emocionándolo, pero con esos nuevos respaldos "hay también malentendidos", dice sonriendo.
Cuenta que un sacerdote le escribió: "Yo desfilé por ustedes el 11 de enero (en la mayor manifestación realizada nunca en Francia) y considero su portada escandalosa". "Como si el 11 de enero fuera un contrato: yo manifesté por ustedes y ahora se calman", comenta Riss.