Se cumplen 21 años de los atentados del 11M en Madrid, el más letal ocurrido en Europa

La explosión simultánea de 10 bombas en los trenes de Madrid mató a 192 personas y dejó mil 856 heridos.

La organización terrorista Al Qaeda fue responsable del ataque. | Especial
José Antonio López
Madrid /

Hoy se cumplen 21 años del 11M, el atentado yihadista que causó en Madrid 192 muertos y mil 856 heridos. En la mañana del 11 de marzo de 2004, se producían varias explosiones en distintos trenes de cercanías dejando un reguero de sangre, dolor y conmoción.

Lo que es considerado el mayor atentado terrorista en Europa se produjo en plena hora punta, entre las 7:37 y las 7:40 horas, cuando 10 bombas colocadas en 13 mochilas cargadas con explosivos temporizados estallaron en cuatro trenes en los que viajaban mayoritariamente gente de clase obrera.

Esa mañana, como cada día, cientos de personas se subían a los trenes de Cercanías (distancias cortas) para ir al trabajo o los centros escolares. Lo que nadie imaginaba es que sus vidas quedarían truncadas por las explosiones simultáneas que se produjeron en los convoyes de la red de Madrid. Dos de estos trenes se encontraban en la estación nacional de Atocha, otros en los barrios obreros de Santa Eugenia y El Pozo.

La autoría del atentado fue puesta en duda de inmediato por el gobierno conservador del entonces presidente José María Aznar (Partido Popular), desde aquel día y hasta años después. Distintos medios de comunicación intentaron vincular a la ya desaparecida banda terrorista vasca ETA con los sucesos de aquella mañana, aunque los servicios de inteligencia señalaban a Al Qaeda desde el principio.

Finalmente, la sentencia de la Audiencia Nacional de 2007 condenó a la célula yihadista. Sin embargo, hasta el día de hoy, 21 años después, aún circulan teorías, bulos y desinformación sobre lo ocurrido en el 11M, convirtiendo la tragedia en un caldo de conspiraciones que amenaza la memoria de las víctimas.

El video de Al Qaeda

La situación estuvo influenciada por la proximidad de las elecciones generales, que iban a tener lugar tan solo 72 horas después del ataque. Aznar tenía que asegurarse de que no se vinculara su decisión de intervenir en la guerra de Irak con una respuesta yihadista para no perder los comicios presidenciales.

Horas después del atentado Al Qaeda reclamaba su autoría, tras encontrarse en la Mezquita de Madrid una cinta de video con dicho mensaje.

Era el “pago”, dijeron los terroristas, a España por haberse involucrado (junto con Estados Unidos y Reino Unido) en la guerra en Irak. El “pago” por el apoyo de Aznar al ex presidente de Estados Unidos George Bush.

El hombre que apareció en el video, vestido con ropas típicas árabes, se identificó como Abu Dujan Al Afgani y expresó: “Declaramos nuestra responsabilidad de lo que ha ocurrido en Madrid, justo dos años y medio después de los atentados de Nueva York y Washington. Es una respuesta a vuestra colaboración con los criminales Bush y sus aliados. Ustedes quieren la vida y nosotros la muerte”.

La sociedad española respondió ante el acto terrorista con una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en la democracia del país. Cerca de 12 millones de personas salieron a la calle el 12 de marzo para expresar su rechazo al terrorismo y culpar al entonces gobierno de Aznar de mentir.

El 14 de marzo el entonces candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, ganó las elecciones tras una jornada de reflexión que estuvo marcada por las protestas que se produjeron en las sedes del PP.

Las dudas que quedan

En medio de esta confusión comenzó la investigación del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que ocupó 241 tomos y duró 28 meses. Finalmente, se procesó a un total de 29 personas, pero se trató en todo caso de “conductas periféricas”, colaboradores en su mayoría, y solo dos de los terroristas que se sentaron en el banquillo fueron sentenciados como autores materiales.

El juicio del 11-M, que se celebró en la Audiencia Nacional en 2007, tuvo 57 sesiones. Su sentencia se dictó el 31 de octubre de 2007 y se consideró probado que la autoría de los hechos había sido responsabilidad de una célula yihadista.

Los miembros de la célula que participaron directamente en los atentados (claves para conocer a los autores intelectuales de la masacre) se habían inmolado un mes después de los atentados en un departamento en el pueblo obrero madrileño de Leganés, tras verse cercados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO), causando la muerte de uno de los agentes de élite en la explosión, que se convirtió en la víctima 193. Ni la instrucción ni el juicio posterior permitió fijar en sentencia la autoría intelectual.

El macro juicio comenzó apenas tres años después de la matanza, entre el 15 de febrero y el 2 de julio de 2007, en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid, que fue preparado para que se pudiera acoger a todos los acusados, sus abogados, el numeroso público que acudió cada día y para que se pudiera transmitir las sesiones en directo. La sentencia se leyó en este mismo espacio el 31 de octubre de ese mismo año.

Las condenas

Más de la mitad de los condenados en España por su participación en 11-M fueron expulsados a sus países de origen al terminar de cumplir sus penas y solo tres siguen presos 20 años después de la matanza terrorista.

Según datos de la Audiencia Nacional, los tres condenados que todavía están entre rejas son Jamal Zougam, Otman el Gnaoui (castigados ambos a 42 mil 922 años de prisión) y el minero asturiano Emilio Suárez Trashorras. Este último fue el encargado de vender los explosivos al comando islamista.

Hasta 11 de los 18 mayores de edad condenados por el Tribunal Supremo (alrededor de 60 por ciento) fueron expulsados o extraditados, principalmente a Marruecos, de donde procedían la mayoría de los terroristas.

A esta lista, se suma un menor de edad apodado el “Gitanillo”, uno de los “correos” utilizado para transportar el explosivo de Asturias a Madrid. Además, Marruecos arrestó a otros cuatro implicados que fueron juzgados y condenados en el país magrebí, alguno de ellos todavía sigue en prisión, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Pese a que ya han pasado 21 años, existe aún la teoría de la conspiración (alimentada por los conservadores) que hace poner en duda la versión oficial ya probada, dejando en segundo plano a las víctimas.

SNGZ

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