El home office o trabajo a distancia se convirtió en una medida de salud para las empresas en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de coronavirus, que tiene algunos beneficios como el estar más tiempo tu familia y evitar el tráfico de las mañanas; sin embargo, en España, un trabajador los llevó un poco más lejos, aumentando sus descansos dentro de su horario laboral.
Sin embargo, esto ocasionó que los despidieran por tomar muchos descansos y aunque al principio parecía una exageración o violación de sus derechos por parte de la empresa, esto fue avalado por las autoridades judiciales locales.
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De acuerdo con el periódico La Vanguardia, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León esta semana aprobó el despido, siendo esta la primera vez que se avala la monitorización extrema como método de control de los trabajadores, ya que la compañía en cuestión le había monitorizado y auditado las llamadas para valorar su productividad.
El diario indicó que el empleado comenzó a trabajar a distancia en marzo de 2020 y meses más tarde, firmó un acuerdo con la empresa para modificar su derecho a tomar un descanso de 10 minutos a tener siete u ocho pausas visuales de cinco minutos por hora de trabajo y dejar de atender el teléfono para hacer llamadas pendientes o gestiones con algún cliente.
No obstante, el acuerdo también contemplaba que la empresa se guardaba el derecho de monitorear las llamadas del empleado para medir su productividad.
Por ello, en septiembre de 2021, la empresa lo despidió por sobrepasar ampliamente los tiempos de descanso estipulados en el acuerdo, pues incluso ya se le había advertido sobre que debía cambiar su conducta.
El trabajador denunció a la empresa por despido improcedente, pero el Tribunal avaló el despido, argumentando que la conducta del empleado es una desobediencia sancionable.
FLC