Los Servicios de Emergencia de Andalucía anunciaron la estabilización del incendio forestal en Málaga -en la zona de Pujerra-, aún no se reporta que el incendio este controlado, por lo que los trabajos continúan sin parar.
Se reporta que los vecinos evacuados han podido regresar a sus casas y los tres bomberos heridos evolucionan muy bien; por otro lado, se han quemado tres mil 500 hectáreas y no se sabe si el incendio fue provocado, algo que no se descarta.
Por lo que el nuevo estado implica la retirada paulatina de muchos de los medios desplegados en la zona, entre ellos los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Hasta anoche mil efectivos trabajaron para apagar el fuego.
Después de una noche y madrugada de incesante trabajo se logró estabilizar el fuego en una zona en la que trabajaron seis medios aéreos, ocho autobombas, la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif), la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT), la Unidad Médica de Incendios Forestales (UMIF), 14 grupos de bomberos forestales, dos técnicos analistas, dos de supervisión, así como cuatro agentes de medio ambiente.
El director del centro operativo regional del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) y jefe de extinción de este incendio, Juan Sánchez, declaró que el viento y sobre todo la humedad del mar han permitido que cada uno de los esfuerzos que se realizaron se convirtió en un éxito.
Asimismo, explicó que, las labores se centraron fundamentalmente en hacer quemas controladas de “los perímetros irregulares”, es decir, de las zonas donde se desbordaron las llamas.
Además, destacó la dificultad del trabajo debido a la orografía y la geología de Sierra Bermeja, compuesta en un 95 por ciento de peridotitas, unas rocas que se desprenden muy fácilmente, sobre todo al contacto con el fuego, por lo que el trabajo sobre el terreno ha sido “quirúrgico” y se ha hecho “muy despacio”, recalcó que, el incendio no ha acabado y no se ha llegado ni siquiera a la fase de control.
Otro incendio se produjo muy cerca del ocurrido, hace nueve meses; en aquella ocasión dejó tres bomberos fallecidos, ardieron 10 hectáreas y se evacuaron dos mil personas.
El incendio de septiembre en la misma zona se cobró la vida de un bombero, se quemaron 10 hectáreas y se evacuaron a un total de tres mil personas; denominado como de sexta generación, adquirió una dinámica propia que generó nubes de fuego que hacían las llamas incontrolables y que incluso originaba nuevos focos.
Finalmente, gracias a la lluvia, el fuego se apagó seis días después, aunque oficialmente fue declarado extinguido tras 46 días.
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