Tal y como se esperaba, la segunda moción de censura contra el presidente de España, Pedro Sánchez, interpuesta por el partido de ultraderecha de Vox fue un auténtico fracaso al contar únicamente con el apoyo de sus 52 diputados y uno más.
Fue la sexta moción de la democracia y tuvo algo de inédito: el candidato que se presenta fue Ramón Tamames, es independiente, de 89 años y exlíder del Partido Comunista Español. La moción nació muerta debido a la falta de apoyos.
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Eso sí, todos los partidos la utilizaron para lanzar la campaña electoral con vistas a las elecciones autonómicas del 28 de mayo y las generales de diciembre. Esto lo tiene muy claro el líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, que ni siquiera se presentó en el Congreso para no ser parte de lo que llamó -como la mayoría- un “show político-mediático”.
En el segundo y último debate, el candidato Tamames comparó la división en el debate entre los grupos con “las dos Españas”: “Esto que acabamos de ver es una exacerbación de las capacidades de poder criticar, pero dirigiéndose a lo peor de cada cosa, atacando principios fundamentales de la convivencia y creando una situación de amigo-enemigo y acabando con una situación de las dos Españas otra vez”, ha dicho. “No de las de Goya simplemente, peores que las de 36”.
Tamames lamentó que los partidos “buscan la división” algo que, dijo “no es correcto”. “Un parlamento está también para hablar de cosas importantes”.
En su turno, el presidente de España, Pedro Sánchez afirmó que “hoy el líder ausente de la derecha tradicional (Núñez Feijóo) calla. Con su silencio dice todo: que saben que necesitan a Vox para gobernar en ayuntamientos y comunidades el próximo 28 de mayo”.
Además, Sánchez consideró que el PP pasa de “un decente ‘no’ a una indecente abstención”. “No puede haber equidistancia entre la legitimidad democrática de origen y el vacío y la furia que hemos escuchado. Será la historia la que otorgue un lugar a esta moción de tierra quemada”.
La secretaria general del PP y portavoz del partido en el Parlamento, Cuca Gamarra lamentó en su discurso el “inexplicable regalo” de Vox al Gobierno de coalición por la moción de censura. Una “promoción personal” para “fabricar relatos adulterados” que ha servido de “alivio momentáneo para un Gobierno agónico”. Una iniciativa “ociosa”, nada más que “propaganda electoral” y una “derrota” que permitirá a la coalición “exhibir una unidad que no tiene”.
El portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Patxi López, criticó al PP por acusarles de tapar la corrupción. “Han llegado a hablar de cómo tapamos la corrupción. ¿Hablamos de la alcaldesa de Marbella a la que han aflorado 12 millones de euros en paraísos fiscales, con la que su presidente se hace fotos prometiéndole que va a ser candidata?”, preguntó.
“¿Hablamos del presidente del Consell de Ibiza implicado con el que su presidente come habitualmente? ¿Su ministro del Interior al que el fiscal pide 15 años? ¿De cómo irse de vacaciones con un narcotraficante? ¿Hablamos de qué es tapar la corrupción?”, insistió el portavoz socialista, visiblemente enfadado, al tiempo que acusó al partido de la oposición de un discurso irrespetuoso con el Gobierno mientras contemporiza con la extrema derecha.
En la votación, la moción de censura contó solo con el apoyo de los 52 ultraderechistas, uno del grupo Mixto y la abstención del PP. Para que prosperara se necesitaba mayoría absoluta, la mitad más uno de los 350 diputados. En el caso de la de este martes serían 175, pues el escaño del exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez no ha sido sustituido desde que le retiraron el acta.
Historia de las mociones
Antes de esta, en España se han presentado cinco mociones de censura debatidas hasta la fecha, todas fracasaron menos la encabezada por el ahora presidente Pedro Sánchez, que sirvió para echar de la presidencia al conservador Mariano Rajoy.
La primera moción de censura de la democracia tuvo lugar en 1980, cuando el PSOE presentó una contra Adolfo Suárez encabezada por su líder de entonces, Felipe González, que logró el respaldo de 152 diputados, frente al rechazo de 166 y la abstención de otros 21 -en la sesión se registraron 11 ausencias-. El PSOE se quedó a 24 votos de conseguir la aprobación de la moción de censura.
La segunda llegó siete años después, en 1987, cuando Alianza Popular hizo lo propio contra Felipe González. Entonces el candidato fue Antonio Hernández Mancha, que no era diputado como ahora ocurre con Tamames, y cosechó el voto favorable de 66 diputados, mientras que 195 votaron en contray 71 se abstuvieron.
La tercera moción de censura fue 20 años más tardes y la presentó Pablo Iglesias (Podemos) contra Mariano Rajoy, celebrada en junio de 2017, también fue rechazada por 170 votos en contra, 82 a favor y 97 abstenciones.
La cuarta fue la única que ha prosperado, la que permitió a Sánchez acceder a La Moncloa en junio de 2018 al reunir 180 votos a favor 169 en contra y una abstención.
Y la última moción de censura y primera de la legislatura fue que impulsó Vox en otoño de 2020, en plena pandemia de coronavirus, y con Abascal de candidato. No sumó ningún apoyo, más allá de sus 53 diputados.