La Policía española incautó ochocientos kilos de cocaína que estaba oculta en una partida de 14 mil 400 kilos de piña congelada procedente de Brasil, en una operación en la que fueron detenidos dos empresarios dedicados a la importación de frutas y otros productos desde Sudamérica.
La droga estaba escondida en pulpas de piña congelada tras superar un complejo proceso químico que la hacía prácticamente indetectable en los controles aduaneros, informaron este lunes la Policía Nacional y la Agencia Tributaria españolas, que realizaron conjuntamente la operación.
La cocaína tenía como destino final un laboratorio clandestino ubicado en un chalet de la localidad de Robledo de Chavela, en la región de Madrid (centro), donde los agentes intervinieron la droga y llevaron a cabo los arrestos.
Las investigaciones comenzaron en 2018, cuando a través de los cauces internacionales de colaboración policial se tuvo conocimiento de una operación entre la Policía Nacional de Colombia y el Servicio de Aduanas de Estados Unidos que culminó con la intervención en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias de 216 kilos de cocaína ocultos en café para ser transportados a España en un contenedor.
Durante la investigación se comprobó que la forma de actuar de los responsables del envío consistía en utilizar un entramado empresarial dedicado a la importación y comercialización de zumos, bebidas, café y frutas con apariencia de legalidad para transportar la droga en contenedores marítimos desde distintos países sudamericanos.
De este modo, los investigadores pusieron el foco de atención en un contenedor marítimo llegado al puerto español de Valencia (este) e importado por una de las empresas investigadas, que en uno los veinte palés intervenidos contenía la cocaína mezclada con la fruta.
Los agentes practicaron tres registros domiciliarios y detuvieron a los dos empresarios, a quienes incautaron 10 mil euros en efectivo (12 mil 117 dólares) y dos vehículos que habían adquirido recientemente.
Los pasados marzo y mayo fueron incautados mil 397 kilos de cocaína en dos operaciones en el puerto español de Bilbao (norte) ocultos en contenedores procedentes de Sudamérica, una droga que hubiese alcanzado en el mercado ilícito un valor superior a los 86 millones de euros (unos 104 millones de dólares).
grb