Dos de los tres acusados por pertenecer a la célula yihadista que atentó en Cataluña el 17 de agosto de 2017 y que dejó 16 fallecidos y cientos de heridos en las calles de Barcelona y Cambrils (en Tarragona) no quisieron responder a las preguntas de la Fiscalía y se negaron a reconocer los hechos por los que se les acusa, en los cuales la justicia pide hasta 36 años de cárcel.
Fue en Madrid, España, donde se inició el juicio en las dependencias de la Audiencia Nacional, donde nada más empezar la sesión se mostró un video en el que se ve a los terroristas preparar cinturones con explosivos.
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Tras la declaración de uno de los acusados, Mohamed Houli, tocó el turno de Driss Oukabir y Said Ben Iazza, quienes sólo respondieron a las preguntas de sus defensas tras una protección de cristal.
Ninguno de los tres procesados participó directamente en los atentados de Barcelona y Cambrils. En el caso de Houli, sí estuvo en los preparativos, pero al resultar herido en la explosión de la guarida donde los llevaban a cabo y ser ingresado, no estuvo el 17 de agosto en Las Ramblas ni en Cambrils. Los otros dos, tampoco participaron directamente.
Todos los autores materiales fallecieron, la mayoría abatidos en un enfrentamiento con los Mossos d Esquadra en Cambrils, y el último tras una larga huida de varios días. En cuanto al Imán de Ripoll, Abdelbaki es Satty, el que los radicalizó y dirigió los preparativos de los ataques, murió en la explosión de la casa.
La célula yihadista de Ripoll (en Girona) que en agosto de 2017 cometió los atentados de Cataluña tenían como primeros objetivos el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona que iba a atacar el día 20 de ese mes, la Sagrada Familia de la capital catalana y la Torre Eiffel de París.
Así lo testificó el policía catalán que instruyó las diligencias de la investigación en el juicio de los presuntos integrantes de la célula terrorista.
El testigo dirigió la investigación tras los atentados cometidos en 2017 en Las Ramblas de Barcelona y en la madrugada del día siguiente en Cambrils, en Tarragona, que dejaron 16 muertos y 140 heridos.
Además, declaró que la explosión del 16 de agosto en la casa de los terroristas en Alcanar (también en Tarragona) precipitó que llevaran a cabo, al día siguiente, los atentados en Las Ramblas y en el paseo marítimo de Cambrils.
El 18 de agosto del mismo año, un único agente de los Mossos d Esquadra abatió a cuatro de los terroristas que atropellaron y atacaron con armas blancas a los transeúntes en los alrededores del paseo marítimo de la ciudad de Cambrils.
Los agentes estaban realizando un control en la rotonda del Club Náutico, en el paseo marítimo. Un vehículo Audi A3 que provenía del interior de la ciudad arrolló a cuatro personas y luego embistió el coche de los Mossos, hiriendo a una oficial, que tiene la tibia rota y sufrió un fuerte golpe en la cabeza.
A causa de la colisión, el vehículo volcó y quedó boca abajo. Uno de los agentes del control, al ver que los ocupantes del coche salían y se dirigían hacia él con armas blancas diversas -puñales, machetes, hachas- disparó con su arma larga y abatió a cuatro de ellos.
Un quinto atacante huyó en dirección al parque el Pi Rodó. En su huida clavó un cuchillo en la cara de un peatón. Finalmente, fue abatido por un sargento del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) con un subfusil.
El juicio que comenzó hoy en la Audiencia Nacional está previsto que se prolongue hasta mediados del próximo mes con la declaración de los acusados, pero también de investigadores, testigos y víctimas.