Mujer se hizo 3 cirugías estéticas en España y murió por una infección que "la devoró por dentro"

Silvia Idalia Serrano sufrió una complicación infecciosa que la llevó a padecer una disfunción multiorgánica; estuvo en coma por tres meses.

Silvia Idalia Serrano sufrió una complicación infecciosa después de someterse a tres cirugías estéticas. | Especial
España /

Una mujer se sometió a una triple cirugía estética en Madrid, España, y sufrió una infección denominada fascitis necrotizante. La paciente fue ingresada grave al hospital, estuvo en coma inducido por tres meses y murió el domingo.

Silvia Idalia Serrano, de 34 años, acudió a la clínica Centro Europeo Médico Estético (CEME) para una reducción de senos, sin embargo, el establecimiento le ofreció otros dos procedimientos.

La clínica proporcionó un servicio “tres en uno. Reducimos mamas, quitamos grasa y transmitimos esa grasa al glúteo a un módico precio”, indicó Daniel Poyato, pareja de la paciente, a ABC.

El 29 de de abril Silvia fue operada para la reducción de sus senos, liposucción en flancos y abdomen, y transferencia de la grasa a los glúteos.

Antes de que fuera dada de alta, la mujer comunicó a los médicos que tenía fuertes dolores, fiebre, mareos, vómitos y desmayosSin embargo, el cirujano a cargo y su equipo indicaron que todo era normal en el proceso de recuperación.

El 5 de mayo, Silvia se realizó estudios de sangre en la misma clínica donde fue operada y, de nueva cuenta, se le indicó que "todo estaba bien". Un día después, la mujer ingresó de urgencia al Hospital La Paz.

La paciente tuvo un shock séptico, causado por una infección multibacterial que le llevó a padecer una disfunción multiorgánica.

"Llegó prácticamente muerta, con un shock séptico muy extendido, y desde ese día se debatió entre la vida y la muerte", señalaron sus familiares a El Confidencial.

Silvia estuvo en coma inducido hasta el 14 de julio y presentó algunas mejorías, al grado que los médicos descartaron daño cerebral, pero fue sometida a nuevas cirugías para recuperar el tejido que había muerto.

El diagnóstico no era muy alentador. "Está devorada por dentro y, si se salva, podríamos tener que hablar de amputaciones de extremidades y dedos", dijo su pareja a ABC.

La mujer tenía un "30 por ciento del cuerpo en carne viva", indicó Daniel Poyato, porque tuvieron que cortarle todo el tejido con pus y necrótico de la zona operada.

Familiares consideraron que, tras las cirugías, se produjo una posible situación de abandono en la asistencia sanitaria, por ello, acusaron al cirujano y a la clínica de negligencia médica.

Después de las operaciones, el estado de Silvia volvió a complicarse y empeoró cada día. El domingo 31 de julio, la familia recibió una llamada del hospital, donde se le informó que la mujer "no iba a salir adelante".

"Para ella fueron tres meses de agonía, a lo que hay que sumar la semana anterior a ingresar (al hospital), que fue una tortura", indicaron familiares a medios locales.

Investigan a clínica por delito de lesiones por imprudencia   

El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid mantiene investigados a dos facultativos y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso.

En declaraciones a EFE, la abogada que representa a la familia de Silvia, Mar de La Loma, consideró que ahora "más que nunca debe llevarse a cabo una investigación rigurosa con las practicas de la clínica CEME".

"No tanto lo ocurrido en el quirófano sino los posoperatorios que se llevan a cabo", al señalar que hay otras víctimas además de Silvia. "Consideramos que son demasiadas coincidencias con consecuencias fatales. Tiene que haber una investigación y tienen que pagar por ello".

Clínica defiende que procedimiento fue correcto

La clínica CEME defendió que "el procedimiento fue correcto", pues argumentó que la infección no se produjo en el quirófano y pudo ser por cualquier otro factor posterior, indicaron fuentes del centro a El Confidencial.

En un informe, la clínica detalló que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante, que es "excepcional", tras los procedimientos de cirugía plástica, y cuyas bacterias "no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente".

Destacaron que la fascitis necrotizante "puede ser difícil de establecer en las primeras horas o días de su presentación", y subrayaron que, tras la operación, la paciente fue atendida por personal de CEME en un hospital, "realizándose exploración de las heridas, tomas de constantes y exploraciones analíticas".

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