Una mujer será indemnizada con casi 90 mil euros, por el Institut Català de Salut (ICS), luego de que quedó estéril debido a una "maniobra intempestiva" durante una cesárea, que se realizó en el hospital Vall d’Hebrón, en Barcelona, España.
De acuerdo con el periódico La Vanguardia, la maniobra le ocasionó una hemorragia, que obligó a los médicos a extirparle el útero.
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La paciente, que en ese entonces tenía 35 años, acudió al hospital el 27 de junio del 2014, para dar a luz a su segundo hijo, pero tras administrarle anestesia peridural y con el bebé en posición fetal cefálica, el parto se complicó y los médicos decidieron practicarle una cesárea.
Durante el proceso ocurrió una deshiscencia de tres centímetros de la cicatriz previa, es decir, una pequeña abertura en la cicatriz de la anterior cesárea) y tras extracción del bebé se produjo una “importante hemorragia” que se intentó detener.
Pero ante la “imposibilidad” de controlar el sangrado, se tuvo que practicar una histerectomía, la extirpación del útero y una reimplantación del uréter en la vejiga.
Sin embargo, el bebé nació sano, pero como consecuencia de la intervención, la paciente requirió de varias transfusiones y acabó en la Unidad de Cuidados Intensivos.
"He estado muchos años con tratamiento psicológico. Al despertar del coma tuve un shock postraumático de verme enchufada", narró la paciente a 'La Vanguardia'.
Un año después del nacimiento, la mujer y su esposo decidieron interponer una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el ICS, por los daños y perjuicios derivados de la asistencia sanitaria dispensada.
En 2017 el ICS rechazó la reclamación pero el Juzgado Contencioso-Administrativo 16 de Barcelona dio la razón a la paciente, no obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) confirmó la sentencia de indemnización contra el ICS.
El Tribunal consideró “desproporcionado” el daño causado a la paciente, que quedó estéril y permaneció varios días en coma, y argumentando la "falta de rigor profesional", tras finalizar un parto "que debía ocurrir con normalidad" y derivó en la extirpación del útero.
A esto se sumó que la situación también generó un daño psicológico a la paciente, que tenía intención de tener un tercer hijo.
FLC