El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció esta mañana en el Congreso de los Diputados que España reconocerá al Estado palestino el próximo martes en el Consejo de Ministros, luego de alcanzar un acuerdo entre su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su socio de coalición, Sumar.
En su comparecencia, el presidente ha señalado que “España quiere estar en el lado correcto de la historia” y que lo hace porque es “pacifista”, “coherente” y “justa”. El anunció se dio prácticamente a la vez que lo hacían Noruega e Irlanda, cuyos embajadores fueron llamados a consultas por Israel.
Pedro Sánchez explicó que la decisión fue consensuada entre los dos socios del gobierno y haciéndose eco del sentir mayoritario de los ciudadanos españoles.
Asimismo, destacó en su discurso que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, “no tiene proyecto de paz” para Palestina, y reconoció que “ha costado muchos meses llevar a los 27 (que conforman la Unión Europea)” a pedir un alto el fuego en Gaza, pero señaló que “no es suficiente” porque Netanyahu “sigue haciendo oídos sordos”.
En este sentido, Sánchez señaló que Israel sigue “bombardeando hospitales, escuelas, viviendas y sigue castigando con hambre, frío y terror a más de un millón de niños inocentes hasta el punto de que, esta misma semana, la fiscalía del Tribunal Penal Internacional haya pedido la detención de Netanyahu por crímenes de guerra”.
La mayoría de los españoles llevan años posicionados del lado del pueblo palestino y los mandatarios que han gobernado en La Moncloa han prometido a lo largo de las décadas dar un paso que nunca ha terminado de llegar.
“Miles de jóvenes en manifestaciones y acampadas universitarias expresan su repulsa a la masacre de Gaza y del resto de territorios palestinos”, expresó Sánchez, y “haciéndonos eco del sentir mayoritario del pueblo español” se toma esta decisión de reconocer Palestina.
El paso dado por España no es novedoso, gran parte de los Estados mundiales ya reconocen a Palestina (140 países), pero es un paso importante en occidente y la Unión Europea (UE), donde se concentran los países reticentes a reconocer Palestina por sus vínculos con Israel.
“España siempre ha defendido la solución de los dos Estados desde el inicio del conflicto y ha costado llevar a los Veintisiete a esa posición”, defendió el presidente. Por eso, dijo, “ha llegado la hora de pasar de las palabras a la acción, de decirles a los millones de palestinos inocentes que sufren que estamos con ellos, que hay esperanza. Y dejar muy claro que por muchos muros que se levanten, por muchos pueblos que se bombardeen y por muchos asentamientos ilegales que se construyan, la tierra y la identidad de Palestina seguirán existiendo en nuestros corazones, en la legalidad internacional y el proyecto futuro de un Mediterráneo en armonía”.
Sánchez reconoció que esta iniciativa “no va a devolverle a los palestinos el tiempo y las vidas perdidas”, pero confía en que sí les dé “esperanza y dignidad”.
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Irlanda y Noruega reconocen a Palestina como "Estado"
Irlanda y Noruega anunciaron también su decisión de reconocer a Palestina como Estado a final de mes, un paso que evidencia la división en la Unión Europea, que ha luchado sin éxito por encontrar una posición común desde el inicio de la guerra en Gaza.
"Ha costado muchos, muchos meses" que los 27 Estados miembros pidieran "un alto el fuego en Gaza", y reiteraran "su apoyo la solución de los dos Estados", el israelí y el palestino, pero "debemos ser sinceros y reconocer que no es suficiente", declaró ante el Parlamento el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Sánchez, que por meses negoció con otras capitales europeas para tomar este paso, anunció que España reconocerá el Estado palestino el 28 de mayo, lo que también harán Irlanda y Noruega, este último país europeo, pero no de la Unión Europea.
Israel respondió llamando a consultas a sus embajadores en los tres países.
"Ha llegado la hora de pasar de las palabras a la acción", lanzó Sánchez, quien aseveró que la política de "dolor y tanta destrucción" del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pone "en peligro" la solución de dos Estados.
Y esta última es el "único camino creíble hacia la paz y la seguridad para Israel y Palestina, y para sus pueblos", afirmó desde Dublín el primer ministro irlandés, Simon Harris.
Francia y Alemania, reacios
Madrid, Dublín y Oslo esperan ser imitados por otros países europeos.
En marzo, los líderes de Eslovenia y Malta firmaron en Bruselas un comunicado conjunto con Madrid y Dublín, expresando su deseo de dar el mismo paso.
El gobierno esloveno adoptó un decreto en ese sentido el 9 de mayo, con la intención de enviarlo al Parlamento para su aprobación antes del 13 de junio.
Hasta ahora, Suecia, que hizo el gesto en 2014, era el único país que reconoció a Palestina como Estado, siendo miembro de la Unión Europea. República Checa, Hungría, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Chipre lo habían hecho, pero antes de unirse al bloque.
Pero la cuestión del Estado palestino, reconocido por 142 de los 193 Estados miembros de la ONU según la Autoridad Palestina, divide a la UE.
Ello quedó patente en las palabras del canciller francés, Stéphane Séjourné, quien este miércoles aseguró a la AFP que el reconocimiento de Palestina "no es un tabú para Francia", pero que este no era un buen momento.
La decisión debe ser "una herramienta diplomática al servicio de la solución de dos Estados que convivan en paz y seguridad", dijo.
Alemania, que también defiende la solución de los dos Estados, considera que un reconocimiento de Palestina debe ser resultado de negociaciones directas entre las partes en conflicto.
Arabia Saudita en cambio elogió la iniciativa de Madrid, Dublín y Oslo, que calificó de "decisión positiva".
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán subrayó el miércoles el apoyo de Berlín a una solución de dos Estados, en respuesta a la pregunta de un periodista sobre la decisión de algunos países europeos de reconocer el Estado de Palestin
"Un Estado palestino independiente sigue siendo un firme objetivo de la política exterior alemana", dijo el portavoz en una rueda de prensa celebrada regularmente en Berlín, añadiendo que para lograr ese objetivo era necesario un proceso de diálogo.
Consecuencias graves
La iniciativa de Madrid, Dublín y Oslo fue saludada como el inicio de una "etapa importante" por el movimiento islamista palestino de Hamás y de hecho "histórico" por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), considerada internacionalmente como la única representante legítima del pueblo palestino.
Afirmando que no se "quedará callado", Israel llamó a consultas a sus embajadores en Noruega, Irlanda y España. "Los pasos precipitados" de estos países "tendrán más consecuencias graves", afirmó en un comunicado el canciller israelí, Israel Katz
El ministro añadió que los embajadores de estos tres países europeos serían convocados además en la cancillería israelí, para una conversación de amonestación.
Noruega desempeñó un papel clave en el proceso de paz de Oriente Medio en la década de 1990, al albergar las primeras conversaciones que condujeron a los Acuerdos de Oslo y al histórico apretón de manos de 1993 en la Casa Blanca entre el israelí Yitzhak Rabin y el palestino Yasser Arafat.
Este proceso se inició en Madrid con una Conferencia de Paz árabe-israelí en octubre de 1991.
Pedro Sánchez defiende a su esposa
Por otra parte, durante su intervención en el Congreso, Pedro Sánchez defendió las actividades profesionales de su esposa Begoña Gómez, acusada de supuesto tráfico de influencias por el pseudo sindicato de ultraderecha Manos Limpias, y por lo cual un juez madrileño ordenó una causa.
“Mi mujer es una profesional honesta, seria y responsable y mi gobierno es un gobierno limpio”, afirmó, y criticó a la derecha y ultraderecha, es decir, al Partido Popular (PP) y Vox, que a su juicio siguen la estrategia de la “máquina del fango”.
“No voy a alimentar la máquina del fango, ni caer en el ‘y tú más’ porque no sería justo comparar a personas inocentes con quienes sí han realizado prácticas corruptas”, aseguró, he insistió en que su mujer no envió cartas de recomendación sino declaraciones de interés y que no ha habido “tráfico de influencias”.
“No todos somos iguales”, señaló el líder socialista, y subrayó que el tráfico de influencias lo hacen otros “y no mandando cartas oficiales con su firma”, lo hacen “con sobres con fajos de billetes”. “Si no me creen, cuenten sus ministros procesados y condenados por corrupción y cuenten los míos”, le dijo el presidente a la bancada del PP.
Ayer, se conoció que la Guardia Civil no ha encontrado indicios del presunto delito de tráfico de influencias en relación con distintos trabajos de Begoña Gómez.