A partir de mañana, en España no será obligatorio el uso del cubrebocas en el transporte público, luego de que el gobierno autorizara este martes retirarlo en su Consejo de Ministros.
Esta medida se produce meses después de que lo hayan aprobado el resto de países europeos, si bien en muchos países se sigue manteniendo la recomendación de utilizarlos en espacios cerrados y en transportes públicos con el fin de prevenir el contagio del coronavirus. En España, seguirá siendo obligatorio utilizar la mascarilla en hospitales, asilos y farmacias.
La retirada de las mascarillas en los transportes se produce casi un año después de que su uso dejase de ser obligatorio en el exterior, medida aprobada el 10 de febrero, y unos meses más tarde (el 20 de abril) de que ya no se utilice en los espacios interiores.
No se pasa por alto que esta es una medida muy esperada por los ciudadanos, toda vez que la mascarilla es un elemento que forma parte de la vida cotidiana de todos los españoles desde hace ya casi tres años.
La obligación de llevar mascarilla en determinados ámbitos fue en España una de las restricciones anticovid que más se han alargado en cualquier etapa de gestión de la pandemia, entre otros motivos, según los expertos “porque es una medida cuyo cumplimiento requiere poco esfuerzo por parte de los ciudadanos” y con un impacto económico prácticamente nulo.
España se encontraba hasta el pasado diciembre entre los últimos territorios de la Unión Europea en eliminar la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte público. Francia, Países Bajos, Irlanda o Hungría lo habían hecho hace tiempo, lo mismo que Portugal, Alemania, o Chipre, algo más rezagados.
La ministra de Sanidad española, Carolina Darias, argumentaba la prohibición del cubrebocas la iba a decidir un grupo de expertos, algo que a ojos de una buena parte de la sociedad consideraba un sinsentido porque, por ejemplo, ni en cines, teatros, ni conciertos era obligación utilizarlo.
Según los expertos, ahora no es mal momento para dar el paso, teniendo en cuenta que se esperó a ver si se producía algún pico de la enfermedad nuevamente grave en Navidad, pero no fue así. De hecho, en estos momentos la presión en hospitales es casi mayor por la gripe que por el coronavirus.
Las últimas cifras del covid-19 en España, publicadas el pasado viernes, mostraron que el número de personas hospitalizadas bajó un 12.1% en la última semana, un 5.2 por ciento en Unidades de Cuidados Intensivos, y la incidencia media actual de contagios en España en los últimos 14 días se sitúa en los 50,76 casos por cada 100 mil habitantes.
La variante identificada en mayor proporción en enero fue Ómicron en todos los ámbitos. Por el momento, las popularizadas como Kraken y Orthrus también llegaron hace semanas a España pero sin causar de momento estragos en los hospitales gracias a las altas tasas de vacunación e inmunidad adquirida por la población, que es de casi el 97%.
BCS