Estados Unidos pidió que los demás miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se adhieran al Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT por sus siglas en inglés).
El llamado de la vicesecretaria de Estado para control de armas y seguridad internacional, Andrea Thompson, en Beijing se produce mientras Washington se prepara para retirarse del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés) firmado en 1987 con la extinta Unión Soviética.
Según Thompson, algunos países están incumpliendo la no proliferación y desarrollando nuevos programas armamentísticos, una probable referencia a Rusia, Irán y posiblemente Corea del Norte. El NPT busca frenar la expansión de las armas nucleares.
El tratado de 1987, por su parte, prohíbe la producción, prueba y despliegue de misiles balísticos y de crucero terrestres con un rango de alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros (entre 310 y 3.400 millas).
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a Rusia a respetar el acuerdo de 1987.