En documentos ingresados a la corte federal del distrito este de Nueva York, el líder de la empresa Nxivm, Keith Raniere, acusó a los fiscales, tanto generales como asistentes, de haber cometido varios delitos y los emplazó a responder antes de que acabe el mes una declaración jurada que certifique que tuvieron un proceder apegado a la legalidad durante su proceso.
Hallado culpable de siete cargos en junio de 2019 (entre ellos crimen organizado, conspiración por cometer tráfico sexual y explotación sexual de una menor), Raniere cree que fiscales y jueces han mentido en su caso por lo que estarían incurriendo en “perjurio directo” además de “corrupción de la verdad, del debido proceso y una violación de sus derechos constitucionales”, en referencia a presuntas contradicciones en las que incurrió el testigo Mark Vicente en el juicio.
Al insistir en que se han violado sus derechos, Raniere acusa a los fiscales de “obstruir la justicia” por no “permitir una investigación transparente que descubriera la confabulación entre testigos e informantes motivados por cuestiones económicas”.
A través de un email enviado a uno de sus seguidores, Suneel Chakravorty, Raniere se dirigió a los fiscales Richard Donoghue, Mark Lesko, Tanya Hajjar, Moira Kim Penza y Seth Du Charme, a quienes en una carta les planteó 10 puntos que “todos los fiscales de los Estados Unidos de América deberían firmar”.
El acusado, cuya sentencia será leída el 27 de octubre, insiste que “cualquier de esos puntos que no se defiendan es una violación inaceptable del debido proceso”, al tiempo que los emplazó a responder antes de las 6 de la tarde del próximo miércoles.
La declaración jurada que Raniere pretende que los fiscales rubriquen incluye, presuntamente, firmas del colaborador de Forbes y experto en justicia criminal, Walter Pavlo; Amanda Knox, acusada falsamente de asesinato en Italia y hoy productora de documentales; Valentino Dixon, quien pasó 27 años en prisión por un crimen que no cometió y ahora cabeza de Dxon Media, además de Diana Davidson, de Lighthouse Proyect, institución abocada en auxiliar casos criminales armados con acusaciones falsas.
En lo que parece ser un último y desesperado intento de forzar al juez para ver reducida su sentencia, Raniere manifiesta confianza en que “la prensa y los medios ejercerán la presión adecuada para responsabilizar a estos fiscales y se pueda obtener respuestas sobre su comportamiento, ya que Estados Unidos vs. Raniere es un caso de prejuicio extremo y repugnancia social”.
Sin embargo, entre la prensa no existe mucha simpatía hacia el acusado, quien entre 2003 y 2015 demandó al menos a media docena de periodistas; por órdenes de Raniere, algunos fueron espiados en sus cuentas bancarias y correos electrónicos.
En este último esfuerzo de Raniere, no participaron sus abogados que, sin embargo, el pasado 18 de septiembre ingresaron a la fiscalía su memorándum de sentencia en el que piden al juez le imponga solo 15 años de prisión al acusado, del cual destacaron —desde su punto de vista— su esfuerzo por “la pacificación de México”.