El ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue instruido a mantener respuestas concisas durante el juicio que enfrenta en Nueva York por un presunto fraude financiero recordándole que "este no es un mitin político".
En esta ocasión, Trump testificó en la ciudad de Nueva York por supuestamente inflar el valor de su patrimonio.
“No tenemos tiempo que perder. Tenemos un día para hacer esto”, declaró exasperado el juez Arthur Engoron. En otro momento, dirigiéndose al abogado de Trump, dijo: “Le ruego que lo controle, si es que puede. Si usted no puede, lo haré yo”.
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El intercambio subrayó la negativa de Trump de adaptar su estrafalario estilo retórico al contexto sombrío de una sala de justicia donde imperan la evidencia y el protocolo legal.
El ex mandatario que se mantiene como primero en las encuestas de su partido para la candidatura presidencial utilizó su comparecencia en el estrado como plataforma para elevar sus denuncias de persecución política por parte de abogados y jueces del gobierno.
“Yo creo que esta es una cacería de brujas política y que ella debería tener vergüenza”, dijo Trump, en referencia a la secretaria de Justicia del estado de Nueva York, Letitia James, cuyo despacho entabló la demanda. “Esto es todo lo contrario de fraude. Ella es el fraude”.
James, quien estaba en la sala, miró fijamente adelante mientras Trump hablaba. Afuera del tribunal, ella declaró: “A fin de cuentas, lo único que importa son los hechos y los números, y éstos, amigos míos, no mienten”.
¿Cómo ha manejado Trump sus juicios?
El juicio civil es uno de varios procesos legales que Trump enfrenta, incluyendo uno que lo acusa de posesión ilegal de documentos clasificados y otro en que se le acusa de tratar de anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.
Sus estrategias legales y políticas se han entrelazado totalmente ahora, cuando va de actos de campaña a comparecencias judiciales, un calendario que sólo se hará más frenético una vez comiencen sus juicios penales.
Pero si bien el caso de fraude no conlleva la posibilidad de pasar tiempo en prisión como sí lo hacen los procesos penales, sus acusaciones de irregularidades corporativas atentan contra la imagen que Trump ha estado cultivando durante décadas, de exitoso empresario de bienes raíces.
Trump ha resistido las sugerencias de que su patrimonio vale menos de lo que él ha dicho, considerándolas un insulto personal.
“Yo valgo miles de millones más de lo que dicen los balances financieros”, expresó en cierto momento, diciéndole a uno de los abogados del gobierno: “Usted lo que hace es tratar de desprestigiarme y tratar de lastimarme, probablemente por razones políticas”.
aag