California se despertó este lunes con el peor clima en años. Los meteorólogos lo llaman 'ciclón bomba', fenómeno producido por la entrada de un río atmosférico proveniente del Pacífico al norte del estado.
En el norte de California, cayeron hasta diez pulgadas en solo 24 horas. Algunas calles están bajo el agua, mientras que las áreas quemadas por los incendios forestales de verano están cubiertas por deslizamientos de tierra.
El enorme sistema de tormentas estuvo a la altura de las predicciones en términos de lluvia, arrancando árboles, desbordando ríos y convirtiendo un arroyo en un torrente lleno de lodo.
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“Ya hemos tenido varios accidentes esta mañana por vehículos que patinan, numerosos árboles caídos y varias carreteras que están experimentando inundaciones”, tuiteó la oficina de la patrulla en Oroville. “Si pueden quedarse en casa y fuera de los caminos hoy, por favor háganlo. Si están en los caminos, por favor extremen las precauciones”.
En San Rafael, al norte de San Francisco, hubo más de 300 llamadas de ayuda de bomberos o policía. Eso es cuatro veces el promedio normal. Un camión casi fue derribado por los fuertes vientos en un puente al norte de San Francisco.
Y en el mundialmente famoso puente Golden Gate, los vientos causaron vibraciones que crearon un silbido espeluznante que se podía escuchar a kilómetros de distancia.
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Más hacia el interior, en la frontera entre el condado de Butte y el condado de Plumas, un importante deslizamiento de tierra cerró una carretera principal, en la misma área que el enorme Dixie Fire de este verano al norte de Sacramento.
Las carreteras en la ciudad de Carmichael, al este de Sacramento, estaban bajo el agua el domingo por la noche. Más de cinco pulgadas de lluvia habían caído en el capitolio del estado, rompiendo el récord anterior establecido en 1880.
La tormenta llegará a su fin en el norte de California en las próximas horas. Ahora se dirige hacia el sur del estado, pero será mucho más débil, dejando caer alrededor de una pulgada de lluvia.
evr