Un fallo en una línea eléctrica es la principal hipótesis detrás de uno de los mayores incendios activos en el oeste de Estados Unidos y que ya ha arrasado más de 12 mil hectáreas, según admitió este lunes en un informe al organismo regulador la propia compañía eléctrica, PG&E.
PG&E señaló en un reporte enviado el domingo a la Comisión de Servicios Públicos que un técnico que respondió a un cortocircuito el 13 de julio detectó fusibles fundidos en un conductor situado en lo alto de un poste, un árbol inclinado hacia el conductor y fuego en la base del árbol.
PG&E (como se conoce popularmente a Pacific Gas & Electric) es la mayor empresa proveedora de electricidad en Estados Unidos y suministra energía a prácticamente la totalidad de la población del centro y el norte de California.
Los equipos de PG&E han estado vinculados en repetidas ocasiones con incendios forestales de gran tamaño, como uno ocurrido en 2018 que arrasó con la localidad de Paradise y provocó la muerte de 85 personas.
La eléctrica ha sido hallada responsable debido al mal y envejecido estado de sus líneas de transmisión eléctrica, especialmente en zonas montañosas y de difícil acceso.
Por ello, ha tenido que pagar indemnizaciones millonarias a los supervivientes y a las familias de las víctimas, a la vez que ha sido duramente criticada en público por los políticos californianos y ha vivido cambios continuos en el equipo directivo.
El fuego de "Dixie", el supuestamente causado por el fallo en la línea eléctrica, sigue activo cerca de la localidad de Paradise, que en 2018 fue arrasada por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas y que también se inició por un fallo en una línea de PG&E.
Aunque el fuego se declaró hace casi una semana, los bomberos sólo han podido contenerlo en un 15 por ciento, de acuerdo con el informe más reciente del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
De las decenas de grandes fuegos activos en el oeste de Estados Unidos, el mayor de todos es el de "Bootleg" en Oregón, que ya lleva más de 121 mil hectáreas calcinadas y los bomberos no prevén tenerlo completamente contenido hasta finales de otoño.
El incendio está desde hace dos semanas en el sureste del estado, junto a la frontera con California, y afecta una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema.
Más de 2 mil bomberos se encuentran batallando las llamas, pero la fuerza del fuego es tal que los avances son mínimos y sólo se ha podido contener en un 25 por ciento, según informó el Centro de Coordinación Interagencia del Noroeste (NWCC, por sus siglas en inglés).
evr