Ex piloto de Southwest Airlines es culpable de ver pornografía y mostrar genitales en vuelo

La insólita y aberrante conducta ocurrió el año pasado y frente a una compañera con quien compartía la cabina mientras la nave se encontraba en Estados Unidos.

La situación ocurrió en el vuelo de la firma Southwest Airlines. (Reuters)
Estados Unidos /

El ex piloto Michael Haak, de 60 años y ex integrante de Southwest Airlines fue sentenciado por la justicia en Estados Unidos tras ser protagonista de una polémica acusación que lo señaló como responsable de estar viendo pornografía y exponer sus genitales a una compañera cuando los dos estaban en servicio, informan medios de ese país.

Diversos cadenas informaron que el ahora ex funcionario fue sentenciado a una condena de libertad condicional y el pago de una multa de 5 mil dólares (casi 100 mil pesos) tras ser culpable de la conducta lasciva, inapropiada y acosadora durante el vuelo que se realizaba entre Filadelfia y Orlando, en Estados Unidos, el 10 de agosto de 2020.

Según la declaración de los fiscales, consignadas por los medios, al momento en que el vuelo alcanzó la altitud de crucero, Haak empezó por levantarse de su asiento de piloto y posteriormente "se desnudó intencionalmente" y miró portales de pornografía en una computadora portátil al lado de su compañera.

"Haak se involucró aún más en una conducta inapropiada en la cabina del piloto mientras la primer oficial continuaba desempeñando sus funciones como integrante asignada de la tripulación", dijeron los fiscales federales en Maryland.

En su defensa, el ex piloto, quien se declaró culpable de la insólita, acosadora e irresponsable conducta, dijo a las autoridades que 

“comenzó como una broma consensuada entre el otro piloto y yo. Nunca imaginé que esto pasaría en mil años".

La primer oficial presentó una declaración a la corte, pero no habló durante la audiencia del viernes. El juez le dijo a Haak que sus acciones tuvieron un efecto traumático en la copiloto y podrían haber afectado la seguridad de los pasajeros y otros compañeros de trabajo.

Haak "tenía el deber de comportarse de una manera mucho más responsable. Éste no es el tipo de comportamiento aberrante que cualquiera debería aceptar", dijo el fiscal federal adjunto Michael Cunningham.

Agregó que la primer oficial "desafortunadamente sufrió algunas consecuencias" como resultado del incidente.

Tenía derecho a no ser sometida a este tipo de comportamiento, independientemente de lo que lo haya motivado o provocado”, dijo el fiscal.

Haak fue acusado en abril de cometer intencionalmente un acto lascivo, indecente u obsceno en un lugar público, un delito menor punible con un máximo de 90 días de cárcel. Fue acusado en Maryland porque era uno de los estados por donde pasó la aeronave ese día.

Los fiscales federales acordaron recomendar una sentencia de libertad condicional sin requerir que Haak se registre como delincuente sexual. El juez no estaba obligado por esa recomendación.

Haak, residente de Longwood, Florida, fue piloto de Southwest Airlines durante 27 años hasta su jubilación. Su último vuelo para la aerolínea con sede en Dallas fue el 31 de agosto de 2020, tres semanas después del incidente que dio lugar al cargo penal.

¿Qué dijo Southwest tras el caso?

El portavoz de Southwest, Chris Mainz, dijo en un comunicado que la aerolínea "no tolera un comportamiento de esta naturaleza y tomará medidas inmediatas si dicha conducta está comprobada". La firma se enteró del comportamiento de Haak después de que abandonó voluntariamente la aerolínea, según el representante.

"No obstante, Southwest investigó el asunto y, como resultado, dejó de pagarle al señor Haak los beneficios que tenía derecho a recibir como resultado de su separación de (la aerolínea)", dijo Mainz.

El abogado defensor Michael Salnick dijo que Haak tuvo una excelente carrera como piloto comercial y recibió numerosos elogios y cartas de apoyo de pasajeros y colegas, incluida una del presidente y director ejecutivo de Southwest, Gary Kelly, el día de la jubilación de Haak.

Haak acepta la responsabilidad por su conducta y "no ofrece excusas", dijo su abogado en un documento judicial, aunque afirmó que merece una sentencia indulgente dada su "vida de trabajo duro y amabilidad".

"La vergüenza y la publicidad resultante de este incidente ha sido de por sí humillante para Michael Haak y ha servido como castigo de muchas formas", escribió.


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