En 2020 la Administración para el Control de Drogas (DEA) dio un vuelco en sus métodos de investigación y convirtió en una prioridad el tener un componente financiero en todas sus averiguaciones de alto perfil.
Atendiendo aquella máxima de la política estadunidense que dice “Follow the money” ("Sigue el dinero"), la agencia ha convertido en un componente clave la investigación de las rutas que sigue el dinero fruto del narcotráfico, estimado por la propia DEA en miles de millones de dólares anuales, para atrapar a sus objetivos prioritarios, reveló el Departamento de Estado de Estados Unidos.
“La DEA ha dado prioridad a tener un componente financiero en sus investigaciones al convertirlo en un componente clave de las operaciones de Objetivos Prioritarios, la iniciativa de Cárteles Domésticos y las investigaciones del Grupo de Trabajo Antidrogas contra el Crimen Organizado”, se explica en el Reporte de la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos publicado por el la cancillería estadunidense en marzo.
Y parece haber dado resultados a muy corto plazo. La detención hace poco más de un año, en febrero de 2020, de Jessica Oseguera Valencia, hija del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) Nemesio Oseguera, El Mencho, por estar incluida en la lista negra de lavado de activos del Departamento del Tesoro, parece ser el mejor ejemplo del cambio de estrategia.
De acuerdo con lo expuesto por el Departamento de Estado, la DEA tiene en la actualidad aproximadamente 20 equipos de investigación financiera que trabajan al interior de Estados Unidos, que sigue siendo el epicentro mundial del consumo de drogas ilegales.
Así como aproximadamente tres equipos con base en algunas oficinas ubicadas en el extranjero en países como México, Perú y Colombia, que son considerados como algunos de los puntos más calientes para el contrabando de narcóticos que, finalmente, entra por sus fronteras, principalmente la que comparte con nuestro país.
En ese sentido, la cancillería estadunidense informó que durante el 2020, la DEA participó en cursos y talleres virtuales de capacitación sobre lavado de dinero con varios socios internacionales, que incluyen, entre otros a México, Colombia, Panamá, Costa Rica, Guatemala y Canadá. La prioridad: blindar las investigaciones financieras.
De acuerdo con las revelaciones de la oficina antidrogas del Departamento de Estado, la DEA no es la única agencia federal estadunidense que ha promovido capacitación en delitos financieros y lavado de dinero a otros países.
También el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que en el 2020 trabajó con México y otros 17 países, entre los que destacan: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú.
El covid-19, como anillo al dedo en estrategia
De acuerdo con un reporte de la DEA, incluido en la recientemente publicada Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2020, el inicio de la pandemia mundial de covid-19 a inicios del año pasado le resultó beneficioso, sin planearlo, para enfilar sus baterías contra el lavado de dinero, y así, desactivar las operaciones de sus principales objetivos.
“El inicio de la pandemia de covid-19 provocó cambios significativos en el panorama del lavado de dinero. Las restricciones fronterizas entre Estados Unidos y México, así como las preocupaciones sobre la exposición al virus, han dificultado que las organizaciones trasnacionales transporten cargas de dinero a granel a través de la frontera sur (con México)”, se lee en el documento.
Según la DEA, la actividad de blanqueo de capitales basado en el comercio establecido se ha visto interrumpida debido a retrasos en los envíos en todo el mundo por las restricciones sanitarias impuestas por las autoridades.
“Estos retrasos en los envíos también afectan a los proveedores del mercado de la dark web que ya son vulnerables a las fluctuaciones de las monedas virtuales que se mantienen en custodia mientras las drogas viajan por correo”, detalló la agencia antidrogas.
dmr