Una coalición de 22 estados y siete ciudades de Estados Unidos demandó al gobierno del presidente Donald Trump para impedir que alivie las restricciones a las centrales eléctricas que queman carbón.
Trump ha iniciado un desmantelamiento sistemático de las regulaciones ambientales establecidas por su predecesor Barack Obama, incluido el Clean Power Plan ("Plan Energía Limpia"), que pidió recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero de las plantas de energía.
Finalizado en 2015, fue suspendido por la Corte Suprema y la Casa Blanca ordenó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) que trabaje en una versión menos estricta, titulada Affordable Clean Energy ("Energía Limpia Accesible").
"Esta administración ha decidido derogar el Plan de Energía Limpia y reemplazarlo por un sustituto sin dientes", dijo el fiscal general de California, Xavier Becerra, en una conferencia de prensa en Sacramento.
"Es todo menos limpio, y es cualquier cosa menos energía limpia. El intento del presidente Trump de destripar el Plan de Energía Limpia de nuestra nación es el camino equivocado", agregó.
El Affordable Clean Energy permitiría a los estados establecer sus propios estándares para las centrales eléctricas de carbón existentes, en lugar de seguir un solo estándar federal.
Con este plan, se prevé una reducción general mucho menos ambiciosa de las emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico para 2030.
Sus detractores argumentan que la iniciativa viola el deber de la EPA durante la administración Obama, para abordar la contaminación de carbono de las plantas de energía y reduce artificialmente la autoridad de la Agencia.
La demanda, presentada en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos en Washington, podría terminar en la Corte Suprema.
El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que la administración de Trump estaba "en el negocio del corto plazo".
"Están descuidando absolutamente a la próxima generación", dijo.
En su primer año en el cargo, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que compromete a los países a mitigar el calentamiento global.
El mandatario ha ordenado al Departamento de Energía invertir millones en investigación para impulsar el rendimiento de las centrales eléctricas de carbón.
Pero la combinación energética de Estados Unidos se está alejando rápidamente del carbón hacia el gas natural como el resultado del auge del fracking y las energías renovables.
El consumo de carbón se ha desplomado a su nivel más bajo en 40 años, según el Departamento de Energía y las bancarrotas han aumentado en el sector, cerrando docenas de minas, reduciendo su capacidad y despidiendo a cientos de trabajadores.
jamj