En la continuación de su alegato y en una jornada menos espectacular sin videos ni grabaciones inéditas, los representantes demócratas revestidos como fiscales hablaron de las consecuencias que las acciones del presidente provocaron, de la protección que Donald Trump dio a grupos de supremacistas blancos, y también de su ausencia de arrepentimiento.
“No tengo miedo de que vuelva a competir en las elecciones del 2024; tengo miedo de que pierda y vuelva a convocar (a una insurrección)” señaló Ted Lieu, legislador por California.
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A diferencia de la jornada del miércoles, en la del día siguiente los fiscales relataron algunos de los argumentos usados el martes por la defensa. “No queremos golpear a Trump con el juicio, sino prevenir al país de la violencia que tenerlo de vuelta en la política implicaría”, amenazó la representante por Colorado, Diana DeGette.
Neguse y Reskin, formaron un dueto cuya misión fue demostrar que La Primera Enmienda no protege al presidente como alegaron sus abogados. Raskin recordó que el presidente, sea quien sea, “debe ponerse siempre del lado de la Constitución” y por eso señala que Trump no puede escudarse en la excusa de que lo protege la libertad de expresión, pues “no es un ciudadano cualquiera”.
No hay ningún lugar de la Primera Enmienda de la Constitución que permita esparcir mentiras como aquella de que “perdió la elección gracias a un fraude”, consideró Neguse. “Estamos hablando de que los hechos y las pruebas lo despojaron de ese derecho que no se sostiene”, remató este legislador.
Degette habló de las consecuencias del ataque al Congreso de los Estados Unidos y de cómo la retórica de Trump alentó las amenazas como las emitidas por uno de sus seguidores, quien amenazó que “el único demócrata bueno es un demócrata muerto”. La legisladora advirtió que los grupos de extremistas están alertas y ya se dieron cuenta de lo que son capaces.
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La novena de fiscales enseñaron al jurado de 100 senadores cómo Trump nunca condenó el intento de secuestrar y matar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, ni de ataques de extremistas como el de Charlotsville, eventos que, incluso, al parecer alentó.
Finalmente, Joaquín Castro, representante por Texas, mostró cómo se dañó la reputación internacional de los Estados Unidos a raíz del ataque. Preocupado por dicha fama, mostró notas de prensa de Reino Unido, Rusia, Irán, Canadá y Alemania y exclamó que así como muchos líderes mundiales apoyan la política de derechos humanos de los EU, del mismo modo verían que una condena a Donald Trump restauraría el camino de la ley en la república.
El juicio se reanuda el viernes a las 10 de la mañana con una sesión de preguntas de los senadores hacía los fiscales. Y luego arrancará el tiempo destinado para que la defensa del ex presidente inicie sus alegatos.
DMZ