El presidente Donald Trump espera anunciar su selección para la Corte Suprema antes de que concluya esta semana, y antes del entierro de la jueza Ruth Bader Ginsburg, desatando una monumental disputa por la confirmación en el Senado en medio de objeciones de demócratas que aseguran que el nombramiento sería demasiado cercano a las elecciones de noviembre.
Trump señaló que planea dar a conocer a su candidato entre viernes y sábado, antes del primer debate presidencial. El féretro de Ginsburg será velado a media semana en la escalinata del tribunal y más tarde en una ceremonia privada en el Capitolio. Será enterrada la próxima semana en un funeral privado en el Cementerio Nacional de Arlington.
Los demócratas, encabezados por el candidato presidencial Joe Biden, protestan el apuro de los republicanos por reemplazar a Ginsburg, señalando que los votantes deberían expresarse primero en las urnas el 3 de noviembre, y que el ganador de la contienda electoral debería ser el responsable de ocupar la vacante.
Trump rechazó esos argumentos y declaró al programa matutino de l,a cadena Fox News “Fox & Friends”: “Creo que sería bueno para el Partido Republicano, y creo que sería bueno para todos dejar esto atrás”.
La inminente disputa por ocupar la vacante ha alterado la recta final de la contienda presidencial para una nación que ya lidiaba con una pandemia del coronavirus que ha dejado casi 200, muertos y millones de desempleados, así como protestas por el racismo endémico y el abuso policial, que ha incrementado las tensiones partidistas.
Los demócratas resaltan la hipocresía de los republicanos al intentar apresurar la selección a tan poco tiempo de las elecciones, después de rehusarse a hacer lo mismo por el presidente Barack Obama en febrero de 2016, muchos meses antes que los comicios de este año. Biden ha hecho un llamado a los senadores republicanos para postergar la votación hasta después de las elecciones.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, prometió el lunes hacer que la cámara alta vote “este año” sobre el nominado por Trump. Con poco más de un mes antes de los comicios presidenciales, dijo que el Senado tiene “tiempo más que suficiente” para lidiar con la nominación.
Anunciar un candidato el viernes o el sábado dejaría menos de 40 días para que el Senado haga una votación de confirmación antes del día de las elecciones generales. Ningún nominado ha ganado la confirmación tan rápidamente desde que Sandra Day O’Connor, sin votos en contra, se convirtió en la primera mujer en la Corte Suprema en 1981.
¿Cuál sería la terna de Donald Trump?
El gobierno de Trump se venía preparando desde hace tiempo para reemplazar a Ginsburg, como se conocía a la jueza fallecida, pues padecía cáncer y era a menudo hospitalizada. El 9 de setiembre Trump divulgó una lista de potenciales candidatos en un gesto destinado a movilizar a sus electores, especialmente a aquellos que se oponen al aborto.
Esa lista no es más que indicativa. De hecho, los dos jueces de la Suprema Corte que nominó en 2017 y 2018 no figuraban en una nómina inicial divulgada por la Casa Blanca en 2016.
Amy Coney Barrett, católica ferviente... y la favorita de Trump
De ser designada, Amy Coney Barrett sería la única jueza conservadora de la Corte. Las otras dos juezas son consideradas progresistas. Tanto el periódico The New York Times como la agencia Bloomberg, la consideran la principal candidata del mandatario para reemplazar a Ginsburg.
Barrett, una devota católica romana, es aclamada por los conservadores religiosos y otros de la derecha como heredera ideológica del conservador Antonin Scalia, el difunto juez de la Corte Suprema con quien trabajó hasta 2016, año de su muerte. Trump dice que se están considerando cinco mujeres.
De 48 años y criada en un barrio popular de Nueva Orleans, estudió en un liceo católico, siguió una brillante carrera estudiantil en una institución de la iglesia Presbiteriana en Tennessee y finalmente se graduó en la universidad Notre Dame, en Indiana.
Bárbara Lagoa, la opción cubana, católica y conservadora
La jueza Bárbara Lagoa incluida en la "lista corta" de posibles candidatas del presidente Donald Trump, es un motivo de orgullo para los cubano-estadunidenses del sur de Florida, pero no despierta el mismo entusiasmo entre organizaciones progresistas.
Hija de cubanos que huyeron del régimen de Fidel Castro, Lagoa nació en 1968 en Miami-Dade y creció en Hialeah, una ciudad de ese condado que se caracteriza por ser una de las menos diversas del país, con más de un 96 por ciento de habitantes que se identifican como "hispanos" y de ellos tres cuartas partes como cubanos. Sería la segunda jueza de origen latino junto a Sonia Sotomayor que forma parte del alto tribunal desde 2009.
Su fe católica es otra de sus señas de identidad. En 2019, dijo en un acto público que la "fe perdurable en Dios" que le inculcaron desde niña ha sido su sostén "a través de los altibajos de la vida". Sin embargo, los progresistas temen que los fallos judiciales de Lagoa hacen temer que "se pondrá de lado de los ricos y poderosos a expensas del estadunidense común y corriente".
Thomas Hardiman, el allegado al presidente
Juez de la corte federal de apelaciones de Pittburgh, Pensilvania, Thomas Hardiman cobró notoriedad al afirmar, por ejemplo, que la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libertad de expresión, no habilita a los ciudadanos a filmar a policías.
De 55 años, es hijo de un chofer de taxi y pasó su niñez en Massachusetts. Fue el primero de su familia en cursar estudios universitarios y trabajando en un taxi costeó su formación en derecho en la universidad de Georgetown.
Otrora militante republicano y firme conservador, Hardiman trabajó con la jueza Maryanne Trump Barry, hermana del presidente. En muchos casos vinculados a condenados a muerte se ubicó del lado de quienes buscaban aplicar la pena capital. Dijo estar a favor de encarcelar a quienes están incluso brevemente detenidos y no representan riesgos para la seguridad.
Joan Larsen, un pilar conservador
Joan Larsen es una magistrada de la corte de apelaciones de Cincinatti de 51 años que ganó fama de fuerte conservador, opuesto a la concesión de mayores derechos a los homosexuales y partidario de la firmeza en materia de detención penal. También fue asistente del juez Scalia, profesora de derecho de la universidad de Michigan y se desempeñó en la Corte Suprema de Michigan.
Raymond Kethledge, un "originalista"
De 53 años, Raymond Kethledge es juez de la corte de apelaciones del sexto distrito, que abarca el estado de Michigan, puesto al que fue nominado por el presidente George W. Bush.
Ferviente defensor de la libre empresa y los derechos individuales, especialmente el derecho de propiedad y al porte de armas, pertenece a la escuela de la jurisprudencia estadounidense conocida como "originalista" que considera que la Constitución debe ser interpretada conforme al sentido que le dieron sus creadores.
dmr