Trump califica de "terrorismo doméstico" protestas violentas en Wisconsin

El presidente de Estados Unidos fue recibido con júbilo por sus simpatizantes y con insultos por sus detractores; aseguró que buscará reconstruir la ciudad tras las protestas.

Donald Trump defiende que la policía debe hacer su trabajo en controlar las protestas. (AP)
AFP
Kenosha, Wisconsin /

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó de "terrorismo doméstico" las protestas contra el racismo y la policía al visitar la pequeña ciudad de Kenosha, foco de manifestaciones y disturbios tras un nuevo caso de brutalidad policial contra un hombre negro.

"Estos no son actos de una protesta pacífica, son terrorismo doméstico", dijo en alusión a las protestas y disturbios que se apoderaron de esta ciudad de Wisconsin, un estado clave para las elecciones de noviembre, a la que buscó llevar su mantra de "ley y orden".
Las protestas contra el racismo policial se han mantenido desde mayo tras la muerte de George Floyd. (AP)

Trump fue a Kenosha ignorando pedidos contrarios del gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers. Este expresó su temor de que ello inflamaría las tensiones desatadas tras el reciente ataque a Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que acabó paralítico luego de que un agente policial blanco le disparara frente a sus tres pequeños hijos en un incidente callejero.

El magnate republicano recorrió zonas damnificadas de la ciudad, las cuales describen el clima de las varias noches de manifestaciones airadas que la semana pasada dejaron dos muertos.

"Los ayudaremos", prometió el presidente republicano a comerciantes frente a una tienda quemada. "Estos hombres hicieron un trabajo maravilloso", agregó, señalando a agentes de policía apostados frente a edificios en ruinas.

El alcalde de Kenosha, John Antaramian, también demócrata, había dicho el fin de semana que no era buen momento para una visita presidencial a esta ciudad, a donde Trump llegó para reunirse con autoridades policiales y apreciar personalmente los daños.

Los simpatizantes del mandatario defienden el manta de Trump de "Ley y Orden" en las protestas raciales. (AP)

Pero Trump sonrió y saludó a los simpatizantes que lo aplaudieron mientras su convoy pasaba, altamente custodiado, por las calles de Kenosha. Mientras manifestantes del movimiento contra el racismo y la brutalidad policial Black Lives Matter lo abucheaban. Ambos bandos intercambiaron insultos y gritaron consignas.

"Gracias por salvar nuestra ciudad", decía el letrero de un simpatizante republicano al paso de Trump. "No es mi presidente", replicaba otro de un militante crítico. La policía y la Guardia Nacional erigieron barricadas de metal a lo largo de la ruta por la que transitó la caravana de Trump.

"Esta es un gran área, un gran estado", subrayó Trump más tarde, acotando que su gobierno pensaba asignar al menos 47 millones de dólares a las fuerzas del orden de Winsconsin, pequeños negocios y programas de seguridad pública. "Vamos a poner a Kenosha en forma nuevamente", aseguró.

Durante meses, Trump ha buscado cambiar la pisada en la carrera por la Casa Blanca contra el demócrata Joe Biden, tras verse rezagado en las encuestas en buena medida por su gestión de la pandemia de coronavirus.

Biden también ha criticado las protestas violentas en Wisconsin, aunque simpatiza con el movimeinto Black Lives Matter. (AP)

Por tanto, de cara a los comicios del 3 de noviembre se siente mucho más cómodo en el terreno de la "ley y orden" frente al desborde de las numerosas protestas antirracistas.

Kenosha, pequeña ciudad a orillas del Lago Michigan, en el norte del país, se ha convertido en un microcosmos de las tensiones raciales e ideológicas en Estados Unidos casi cuatro años después de asumir Trump.

Ha sido escenario de protestas del Black Lives Matter, disturbios y choques con grupos blancos armados. En el apogeo de las tensiones, Kyle Rittenhouse, un simpatizante de milicias de 17 años, presuntamente mató a tiros a dos personas en una protesta e hirió a otra. Los demócratas y quienes piden una reforma policial ven a Kenosha como un símbolo del racismo institucional que lleva a enfrentamientos mortales entre policías y sospechosos negros.

Y consideran que lo ocurrido con Rittenhouse revela el aumento de milicias de derecha que de forma cada vez más descarada blanden armas y se autoerigen en agentes de la ley. Biden acusó a Trump de "débil" por no pedir a sus seguidores "que dejen de actuar como milicia armada".

Trump había dicho antes de la visita que deseaba "ver a la gente que hizo un buen trabajo por mí", en alusión a las unidades policiales que sofocaron los disturbios. Y se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, quien circulaba por la calle con un rifle. Lo consideró "una situación interesante" y dijo que el adolescente blanco reaccionó porque fue atacado.

Biden también ha criticado las protestas violentas en Wisconsin, aunque simpatiza con el movimeinto Black Lives Matter. (AP)

Trump acusa a Biden de debilidad ante las protestas en ciudades como Kenosha y Portland, y de no denunciar suficientemente la violencia de los manifestantes.

Pero Biden contraatacó: "Necesitamos un presidente que baje la temperatura y que una al país, no uno que la suba y nos separe más", tuiteó el candidato demócrata este martes.

La visita de Trump se dio mientras en Los Ángeles fueron también convocadas nuevas protestas para este martes luego de que agentes abatieran a un hombre negro el lunes.

dmr

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