El presidente estadunidense, Donald Trump, visitó a los heridos en el tiroteo ocurrido el domingo en la localidad de Dayton (Ohio), en el que murieron nueve personas y fue abatido el autor de los disparos.
"El presidente, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, se reúnen con pacientes en el Hospital Miami Valley en Dayton. Han agradecido el diligente trabajo del personal médico", escribió en su cuenta en Twitter la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, que describió esos momentos como "muy intensos".
Grisham indicó que el presidente estadunidense, que no tuvo ninguna actividad que supusiera contacto con el público, les dijo a las víctimas y sus familiares reunidos en el hospital que "Dios les está mirando" y les aseguró que su administración está con ellos "todo el tiempo".
La alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, indicó a los periodistas que le reiteraron al gobernante "la importancia" de actuar respecto al control de armas y que le manifestó a Trump que los habitantes de esa localidad "están esperando una acción desde Washington" en ese sentido.
Trump fue recibido en Dayton con protestas de grupos de manifestantes que exigían un control más estricto para la venta y porte de armas en Estados Unidos.
"Hagan algo","Deja de ser un bebé, hazle frente a la NRA (siglas en inglés de la Asociación Nacional del Rifle)", se leía en algunos carteles, en los que también se le daba al gobernante la "Bienvenida a Toledo", en alusión a un error que cometió Trump durante su mensaje al país del lunes sobre lo ocurrido el fin de semana, al mencionar esa localidad también de Ohio en vez de a Dayton.
Los manifestantes -que coreaban "Dayton fuerte" y "Acción ahora"- instalaron además el "Baby Trump", un globo con la figura del gobernante como un bebé que se ha convertido en uno de los iconos de las protestas en su contra.
Antes de trasladarse a Dayton, Trump propuso este miércoles, en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, fortalecer la verificación de antecedentes penales para quienes compran armas y aseguró que en el Congreso hay un "fuerte apetito" político para aprobar una ley en ese sentido.
El presidente estadounidense se trasladó posteriormente a El Paso (Texas), la localidad fronteriza con México sacudida el sábado -horas antes del ataque en Ohio- por otro tiroteo en un centro comercial, en el que murieron al menos 22 personas, ocho de ellas de nacionalidad mexicana.
jamj