El Ejército de Estados Unidos anunció el despido o suspensión de 14 oficiales, dos de ellos generales, por haber creado un "ambiente permisivo del abuso y el acoso sexual" en la base militar de Fort Hood en Texas, donde hace ocho meses fue asesinada la soldado Vanessa Guillén.
Las medidas disciplinarias son fruto de una investigación en reacción al asesinato de Guillén, de 20 años de edad y que desapareció el pasado 22 de abril, poco después de haber contado a su familia que había sido acosada sexualmente por uno de sus sargentos en esa masiva instalación militar.
Sus restos fueron hallados el 30 de junio, dos meses después de su desaparición, y su presunto asesino, Aaron David Robinson, compañero en la base, se suicidó cuando la Policía fue a interrogarlo.
En una rueda de prensa, el secretario del Ejército, Ryand McCarthy, admitió que la investigación sobre la muerte de la joven soldado identificó "graves fallos en los mecanismos para atender las denuncias de acoso y abuso sexual, y un clima que tolera esos abusos".
"Estoy profundamente decepcionado porque los mandos no han tratado a los soldados con el debido respeto", añadió el funcionario, quien adelantó que a partir de mayo se aplicarán en el Ejército nuevas normas para el manejo de los casos de acoso y abuso sexual, y para la localización expedita de los soldados ausentes.
Entre los oficiales sancionados se encuentra el general Scott Effland, quien estaba al mando de la base de Fort Hood cuando Guillén desapareció, y el general Jeffrey Broadwater, comandante de la Primera División de Caballería en la misma base militar.
McCarthy había ordenado a mediados de julio la formación de una comisión investigadora encabezada por cinco civiles que por meses hicieron entrevistas y revisaron documentación en Fort Hood.
Esa comisión publicó este martes un informe en el que afirman que los militares sancionados crearon un "ambiente permisivo del abuso y el acoso sexual" en Fort Hood. Este año al menos 31 soldados en esa base han muerto en circunstancias violentas o en accidentes.
La muerte de Guillén y lo que su familia ha denunciado como negligencia en la investigación castrense llamaron la atención pública acerca de la persistencia del acoso sexual en el seno de las Fuerzas Armadas.
dmr