El viernes, el ex funcionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, Brain Jeffrey Raymond, presentó una moción para retirar su declaratoria de culpabilidad, en la que aceptaba haber abusado de 2 mujeres, ambas residentes de México, así como de portar pornografía obscena, alegando que su defensa no le aconsejó debidamente y que las pruebas en su contra se obtuvieron de forma ilegal, por lo que ahora, en resumen, se declara inocente.
El caso en su contra comenzó en México. La tarde del 31 de mayo de 2020 una mujer desnuda comenzó a gritar pidiendo ayuda desde un balcón de un departamento en la lujosa colonia Polanco porque intentaba huir de un sujeto que, según dijo, intentaba violarla. Detrás de ella salió su presunto agresor, Raymond, de 46 años.
La justicia estadunidense comenzó a investigarlo, pues el delito se cometió en un departamento que el propio gobierno de Estados Unidos rentaba para sus funcionarios. Raymond era un empleado de la embajada de ese país en México y funcionario de la CIA.
Le aseguraron dos celulares y catearon sus residencias. En sus dispositivos tenía cientos de fotos de al menos 26 mujeres que estaban desnudas, inconscientes, y muchas veces, siendo tocadas por Jeffrey.
En una de las entrevistas que tuvo con los agentes que le aseguraron los celulares, Raymond explicó que el 31 de mayo de 2020 se reunió con una mujer que había conocido a través de Tinder, tomaron fuera y regresaron a su departamento en Polanco, donde comenzaron a tener relaciones sexuales, y de un momento a otro, ella salió corriendo, pidiendo ayuda, sin mayor explicación. Él recuerda que solo alcanzó a decir: "oh, fuck!"
A través de sus iPhones descubrieron su modus operandi: contactaba a mujeres a través de aplicaciones de citas, las invitaba a su departamento, las drogaba o intoxicaba, y después abusaba de ellas.
El año pasado, Raymond llegó a un acuerdo de culpabilidad y aceptó haber abusado de las víctimas 7 y 9, ambas residentes en México, así como de posesión de material pornográfico. A cambio, ya no se le investigaría los otros delitos. Aún así, la embajada de Estados Unidos en México emitió una publicación solicitando a otras posibles víctimas de Raymond denunciarlo.
Su sentencia se estableció para febrero pasado pero sus abogados de cabecera renunciaron y John Marston, quien también formaba parte de su defensa, quedó al frente del caso.
Anunció que solicitaría que la declaración de culpabilidad de Raymond fuera retirada. Según explicó, los antiguos abogados de Raymond no le aconsejaron de forma adecuada porque no entendió bien de qué se había declarado culpable, en realidad había querido decir que “probablemente” había cometido los delitos y de haber entendido bien, no hubiera aceptado el acuerdo.
Su actual defensa argumenta que los dos celulares que le incautaron, de los que salió la mayoría de la evidencia, se obtuvieron presionando a su cliente para entregar el pin y contraseñas de sus iPhones después de ejecutar la primera orden de aseguramiento, algo ilegal.
Sin embargo, en su audiencia de culpabilidad, Raymond dijo estar de acuerdo con el trabajo de sus abogados, y haber tenido tiempo para discutir los detalles de su caso
Raymond, en sus entrevistas con agentes investigadores, se describió como alguien a quien no le cuesta trabajo conseguir mujeres, pero no un depredador sexual. Hoy busca desdecirse de su propia declaratoria de culpabilidad apuntando a que todas las imágenes inculpatorias que hay en su contra, se obtuvieron de forma ilegal.
dr