Con frecuencia, las elecciones en Estados Unidos se ven afectadas por problemas técnicos, como ocurrió en el estado de Iowa la noche del lunes, un fiasco que dejó en suspenso los resultados de las primarias demócratas por “inconsistencias” en los informes de los caucus.
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Los problemas técnicos que emergen en las elecciones de EU pueden explicarse en parte por la complejidad del sistema electoral de ese país.
La organización de los comicios es un desafío mayor en tanto los estadunidenses, por lo general, votan el mismo día en elecciones nacionales y locales, y también eligen autoridades para su ciudad, jueces, jefes de policía y hasta pueden llegar a decidir sobre un referendo.
Además, los sistemas de votación varían de un lugar a otro, porque las elecciones se organizan de forma local. En 2018, el Congreso votó en contra de una iniciativa que fijaba estándares y auditorías nacionales para las elecciones.
Las reglas para elecciones primarias y asambleas de electores o caucus, procesos que los partidos utilizan para elegir a su candidato a la presidencia, también varían según el lugar donde se desarrollen.
En las elecciones presidenciales de 2000, tarjetas de votación mal perforadas por máquinas obsoletas provocaron una gran confusión en Florida.
En algunos casos, las máquinas realizaron perforaciones parciales, lo que dejaba a criterio de los responsables del escrutinio cómo computar la intención del votante.
La noche de la elección, la diferencia de votos en ese estado entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore era de apenas unos pocos cientos de votos, y el resultado a escala nacional dependía de lo que ocurriera en esa península caribeña.
El polémico escrutinio derivó en una batalla legal de cinco semanas y los votos terminaron contándose a mano.
Finalmente, la Suprema Corte intervino y puso fin al caos al declarar como ganador a Bush.
Tras el fiasco de la Florida en 2000, fueron varias las autoridades que decidieron adoptar sistemas de voto electrónico en elecciones subsiguientes.
Pero estas máquinas no están exentas de problemas, y los fallos se suceden con frecuencia.
TEMOR A LOS HACKERS
Los sistemas electrónicos de votación alimentan también la preocupación por posibles ciberataques.
Vulnerabilidades del sistema pueden permitir a piratas informáticos ingresar a las máquinas de votación o al sistema electoral. Algunas de las máquinas no generan copias del voto, por lo que no existe manera de verificar si se efectuó una manipulación.
Los servicios de inteligencia de EU dijeron en 2016 que agentes rusos habían intentado acceder a registros electorales de unos 20 estados y habían obtenido al menos uno de esos listados, aunque en apariencia no alteraron ninguna información.
En noviembre de 2019, Washington anunció que había reforzado la seguridad de la infraestructura electoral en todo el país.