Jóvenes conservadores van contra la "guerra cultural" progresista en universidades de EU

Los jóvenes conservadores aseguran que la cultura woke, la izquierda progresista, los ha marginado y abogan por aprender a "defenderse" de aquellos que quieren "imponer sus ideas" en la universidad.

Las universidades se han convertido en lugares para la discusión de ideologías de izquierda y derecha. (AFP)
AFP
Charlottesville, Virginia /

En los campus universitarios estadunidenses, los jóvenes conservadores han lanzado una cruzada contra el "wokismo", del que dicen ser víctimas. "Cuando estaba en la secundaria, me rechazaban por mis opiniones políticas". 

"Me insultaban, me llamaban intolerante, retrasado o cosas así", cuenta Jack, un estudiante "moderadamente conservador" de la Universidad de Virginia, a 180 kilómetros de la capital Washington. 

Como él, cada vez más conservadores personalidades conocidas como el senador republicano de Florida, Marco Rubio, y simples anónimos— reprochan a los progresistas querer acallar las ideas que les son contrarias. 

Los tachan de "wokistas", un término utilizado originalmente por activistas progresistas de izquierda para referirse al hecho de estar "despiertos" (woke) ante las injusticias como el racismo, el machismo y la desigualdad económica y de género, es decir, toda la agenda a favor de los derechos de las minorías, pero ahora usado despectivamente contra la "corrección política" por los conservadores.

Muchos de los votantes universitarios participan en los caucus previo a las elecciones partidarias en EU. (AFP)

La guerra cultural entre 'wokes' y conservadores en las universidades de EU

En el campus de la Universidad de Virginia, donde los estudiantes juegan al frisbee en los espacios verdes, Jack comenzó a participar en eventos de la Fundación Young America, una asociación estudiantil que invita a comentaristas, políticos y gente de radio y televisión a hablar sobre "cómo salvar a Estados Unidos de la izquierda woke". 

En esta tarde de primavera, la asociación recibe a un distinguido invitado: Mike Pence, el vicepresidente del gobierno de Donald Trump. El anuncio de su visita está escrito con tiza en el asfalto de este campus con elegantes edificios de ladrillo rojo declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

Abby Hinton, una estudiante de primer año, asistió a la charla para aprender a "defenderse" de aquellos que quieren "imponer sus ideas" en la universidad, donde "las ideas de izquierda predominan".  Una vez atravesada la puerta del auditorio, a los estudiantes se les entregan copias en miniatura de la Constitución de Estados Unidos, pines de Ronald Reagan y calcomanías de "Apoyo la libertad". 

Los conservadores han vuelto a tomar los foros para emprender una "batalla cultural" contra los progresistas. (AFP)

A sala llena, Mike Pence lanza su discurso contra el "adoctrinamiento político" que, según él, ha reemplazado a la "educación patriótica" de la que disfrutaban antes los estadunidenses. Un asistente le pregunta sobre el caso de una nadadora de su universidad, que quedó segunda en los 450 metros libre frente a una rival transgénero, que anteriormente había competido como hombre. 

"Nuestra tradición de excelencia se ve afectada por la izquierda woke", lamenta el joven, quien cree que a la nadadora trans no se le debería haber permitido participar en esta competencia. 

"La izquierda lleva años intentando provocar una guerra cultural", sostiene. "Bueno, parece que finalmente la declararon... y la están perdiendo", agrega el ex vicepresidente en medio de fuertes aplausos. 

Temas de campaña de cara las elecciones intermedias

La frase no es inocente: poner estos dos bandos uno frente al otro, repetir una y otra vez este antagonismo en las universidades, los mítines de campaña y las redes sociales es una forma muy efectiva de movilizar al electorado de derecha, de acuerdo con el politólogo Larry Sabato. 

"Esta es la gente que acude a votar en las primarias", explica en la escalinata de la universidad, donde es profesor. 
El ex vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, es uno de los defensores de esta batalla cultural contra los progresistas. (AFP)

Toma como ejemplo el caso de Glenn Youngkin, elegido para el cargo de gobernador de Virginia en noviembre de 2021 tras haber hecho una campaña muy enfocada en una supuesta deriva a la izquierda en la enseñanza de cuestiones raciales o sexuales en las escuelas. 

Estos temas, anticipa el docente, también serán abordados reiteradamente por los candidatos durante las próximas elecciones, las legislativas de noviembre y las presidenciales de 2024. 

¿Mike Pence busca con estos posicionamientos hacer su regreso político, con la Casa Blanca en la mira? La pregunta se le hace en el auditorio. El ex vicepresidente deja escapar una pequeña risa. "Te mantendré al tanto".

dr

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