Los estadunidenses acudieron a las urnas en medio de un agitado clima político que ha convertido las legislativas en un referendo sobre el presidente Donald Trump, y en la que se vaticina una participación mayor de la habitual.
La fuerte polarización política que vive Estados Unidos bajo la presidencia de Trump, quien despierta igual pasión entre defensores y detractores, apunta a una mayor participación de los ciudadanos.
La meteorología recibió a los votantes en la costa este, la zona más poblada del país, con fuertes tormentas que no frenaron el interés de los ciudadanos ante unas elecciones que casi todos coinciden en señalar como cruciales.
"La verdad es que en esta ciudad hay que esforzarse para encontrar un tema en el que tu voto pueda marcar la diferencia", explicó a Efe Sarah Combs, originaria del este de EU pero que lleva cinco años viviendo en San Francisco (California).
"Al final, lo que más me ha motivado a ir a las urnas es mandar un mensaje de rechazo a Trump. Demostrar que somos millones y millones los que nos oponemos a sus políticas y actitudes reaccionarias", añadió Combs.
Históricamente, las elecciones de mitad de mandato suelen contar con una menor participación de los votantes que las presidenciales (45 por ciento frente a 63 por ciento), al movilizar menos a los ciudadanos.
En Texas, por ejemplo, se espera que la participación haya alcanzado un récord, puesto que cuenta con 12 millones de votantes registrados y en el período de voto anticipado ya habían depositado sus papeletas 4,8 millones, una cantidad superior a todo el ciclo electoral de 2014, según cifras de la Secretaría de Estado.
En el estado sureño, el segundo más poblado de EU tras California y tradicionalmente republicano, la contienda más disputada es la de senador, en la que el republicano Ted Cruz se enfrenta a Beto O'Rourke, una de las jóvenes figuras en ascenso dentro del Partido Demócrata.
Si había dudas sobre el carácter de referendo sobre Trump, el propio presidente se ha encargado de enmarcar los comicios en clave de plebiscito sobre su mandato y el movimiento que, repite sin descanso, volverá "a hacer a Estados Unidos grande nuevo".
"La gente solía no preocuparse sobre las aburridas elecciones de mitad de mandato. Ahora son como lo más importante", afirmó el mandatario este lunes en un acto de cierre de campaña en Misuri.
"En cierto modo", recordó, "yo estoy en la papeleta de voto".
Sin embargo, lo cierto es que en las opciones electorales no aparece por ningún lado el nombre del magnate neoyorquino.
En ellas, se renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambas actualmente en manos de los republicanos.
Las encuestas apuntan un incierto resultado electoral, por lo que pronostican una larga noche antes de conocerse la nueva composición del Congreso.
Los sondeos dibujan un panorama favorable para los demócratas en la Cámara de Representantes, donde necesitan ganar 23 escaños para recuperar una mayoría que los republicanos han ostentado desde 2011.
En el Senado, por el contrario, el mapa es mucho menos favorable para los progresistas, donde tienen que defender más asientos que los republicanos, y en estados especialmente conservadores.
Actualmente, los republicanos tiene una mayoría de 51 a 49 en la Cámara Alta, y los sondeos apuntan a que la mantendrán.
Además de las legislativas, los ciudadanos de 36 estados están llamados a elegir a sus gobernadores.
Trump se ha volcado en las elecciones legislativas con una agenda cargada de mítines y un discurso basado en el miedo a los migrantes, a los que vincula con una mayor criminalidad, y en los que no deja oportunidad en destacar el buen momento económico que vive el país.
Los republicanos no dejan de repetir que de imponerse los demócratas, volverán las sombrías perspectivas económicas y advierten incluso de la llegada del socialismo.
Los demócratas, que han recurrido a pesos pesados como el expresidente Barack Obama, replican que son las elecciones "más importantes" de los últimos años.
En la misma línea, la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien perdió las elecciones de 2016 frente a Trump, instó hoy a los ciudadanos a salir para "decir basta" y frenar "el radicalismo, la intolerancia y la corrupción" que, a su juicio, han caracterizado al actual inquilino de la Casa Blanca.
jamj