El gobierno estadunidense anunció ayer sanciones contra la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) y contra su director, Ali-Akbar Salehi, a la vez que extendió las licencias temporales para empresas que trabajen en instalaciones nucleares del país persa.
“La OEAI ha jugado un gran papel a la hora romper sus compromisos claves nucleares. Ha excedido los límites de su inventario y enriquecimiento de uranio”, señaló Brian Hook, el encargado de Irán del Departamento de Estado de EU en rueda de prensa.
Subrayó que “su director (Salehi) inauguró personalmente la instalación de centrifugadores nuevos y avanzados para expandir la capacidad de enriquecimiento”.
En paralelo, anunció que extendía por “otros sesenta días cuatro restricciones nucleares sobre Irán que permiten la continuación de proyectos de no proliferación” a empresas extranjeras no estadunidenses.
“Vigilaremos de cerca todos los acontecimientos en el programa nuclear ”, advirtió Hook, añadiendo que el jefe de la diplomacia estadunidense, Mike Pompeo, puede “poner fin a estos proyectos” en cualquier momento en caso de no cumplir con lo establecido.
La medida forma parte de la estrategia de asfixia económica y política al gobierno iraní.
Sin embargo, el portavoz de la OEAI, Behruz Kamalvandí, subrayó que estas medidas son solo “una señal de la desesperación de Washington, no tienen valor y son medidas infantiles”.
“No tendrán impacto en nuestro programa nuclear y el trabajo nuclear civil de Teherán continuará con toda su fuerza en función de las necesidades del país”, dijo el portavoz, citado por la agencia Fars.
Este mes, la tensión escaló hasta su punto más alto hasta ahora con la muerte en un bombardeo estadunidense en Bagdad del general iraní Qasem Soleimaní, a lo que Teherán respondió con un ataque a una base militar en Irak con presencia de tropas norteamericanas.
Teherán y Washington, que no tiene relaciones diplomáticas desde 1979, han vivido numerosas crisis desde que el presidente Donald Trump ordenara en 2018 la salida de EU del acuerdo nuclear suscrito con potencias mundiales en 2015. Desde entonces, Washington volvió a imponer duras sanciones sobre la economía persa.
A la crisis se añadió el derribo accidental por parte de la República Islámica de un avión civil ucraniano poco después de despegar del aeropuerto de Teherán y que causó la muerte de sus 176 ocupantes.
Por separado, la Cámara de Representantes de EU aprobó ayer dos proyectos de ley que buscan restringir las acciones militares del mandatario Trump contra la nación persa.
Los proyectos, sin embargo, deberán pasar a discusión del Senado, dominado por los republicanos, donde podrían naufragar por falta de votos o, en caso de avanzar, enfrentar al veto presidencial.
Con una votación de 228-175, la Cámara, de mayoría demócrata, dio vía libre al proyecto conocido como “Ley de no guerra contra Irán” que bloquearía fondos para operaciones militares contra ese país, salvo en los casos autorizados por el Congreso.
Y ADEMÁS
“FRACASARÁN LAS NUEVAS CRUZADAS”
El proyecto de paz estadunidense para Oriente Medio es solamente la continuación de los objetivos de los “cruzados y de los sionistas” y “va a fracasar”, declaró ayer un consejero del guía supremo iraní.
Este plan, presentado el martes por el presidente Trump, “consiste en vender y desmantelar las tierras musulmanas”, declaró Ali Akbar Velayati, que aconseja al ayatolá Ali Jamenei sobre cuestiones de política exterior.
“La República islámica no se quedará silenciosa”, afirmó Velayati, para quien el “pueblo iraní, dirigido por el guía supremo, continúa considerando la cuestión palestina como la preocupación principal del mundo musulmán”.