Dos hombres blancos, padre e hijo, que fueron declarados culpables por la muerte de Ahmaud Arbery, un hombre negro de 25 años, tras perseguirlo por un vecindario de Georgia fueron sentenciados el lunes a cadena perpetua por cometer un delito de odio federal.
La jueza federal de distrito Lisa Godbey Wood sentenció a Travis McMichael, de 36 años, y a su padre Greg McMichael, de 66, en Brunswick. Ambos habían sido sentenciados previamente a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en un tribunal estatal de Georgia por el asesinato de Arbery.
"Un joven está muerto. Ahmaud Arbery tendrá para siempre 25 años. Y el jurado determinó que eso pasó porque era negro", expresó Wood.
El asesinato de Arbery se sumó a otros casos a nivel nacional sobre muertes de personas de raza negra desarmadas, entre ellas George Floyd en Minneapolis y Breonna Taylor en Kentucky. Al igual que el caso de Floyd, el asesinato de Arbery fue captado en un video con un teléfono celular y provocó indignación generalizada en parte porque los fiscales locales no habían presentado inicialmente cargos penales.
En febrero, un jurado federal condenó a los McMichael y a su vecino William "Roddie" Bryan por violar los derechos civiles de Arbery y concluyó que lo atacaron por su raza. Los tres también fueron declarados culpables de intento de secuestro, y los McMichael fueron condenados por usar armas de fuego en la comisión de un crimen violento.
Los McMichael se armaron con pistolas y usaron una camioneta pickup para perseguir a Arbery cuando éste pasó corriendo frente a su vivienda el 23 de febrero de 2020. Bryan se les unió a la persecución en su propia camioneta y filmó con su teléfono celular el momento en que Travis McMichael le disparó a Arbery con una escopeta. Los McMichael dijeron a la policía que pensaban que Arbery era un ladrón, pero los investigadores determinaron que Arbery no llevaba arma y no había cometido delito alguno.
Antes de la sentencia, la jueza escuchó testimonios de los familiares de Arbery. Su madre, Wanda Cooper-Jones, dijo que todos los días siente cada disparo efectuado contra su hijo.
"Es tan injusto, tan injusto, tan injusto que lo hayan matado cuando ni siquiera estaba cometiendo un delito", añadió la madre.
Greg McMichael se dirigió a la familia Arbery y dijo que su pérdida estaba "más allá de toda descripción".
"Estoy seguro de que lo que diga significa muy poco para ustedes, pero quiero asegurarles que nunca quise que nada de esto sucediera", dijo. "No había malicia en mi corazón ni en el corazón de mi hijo ese día".
Fuera de la sala de la corte, Cooper-Jones respondió a sus declaraciones.
"Creo que se da cuenta de que tomó decisiones horribles. Desafortunadamente, su disculpa no trae de vuelta a mi hijo", subrayó.
Travis McMichael declinó hablar en el tribunal, pero su abogada, Amy Copeland, dijo que una sentencia más leve sería más congruente con lo que los otros acusados de cargos similares han recibido, y señaló que el policía que mató a Floyd en Minneapolis, Derek Chauvin, recibió 21 años de prisión por violar los derechos civiles de Floyd,aunque fue no acusado de agredir a Floyd debido a su raza.
Copeland añadió que su cliente no había sido declarado culpable de ningún delito antes del caso Arbery y que había servido en la Guardia Costera de Estados Unidos. Wood declaró que McMichael recibió "un juicio justo... y no se nos pasa por alto que este fue el tipo de juicio que Ahmaud Arbery no recibió antes de ser asesinado a tiros".
dr