El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aceptó la nominación de su partido desde el Jardín Sur de la Casa Blanca, rompiendo con la tradición al usar la mansión presidencial como escenario político y desafiar las directrices de combate al coronavirus.
Trump presentó una visión optimista para el futuro del país, incluyendo una eventual victoria contra una pandemia que ha dejado más de 175 mil muertos, millones de desempleados y ha obligado a reescribir las reglas de la sociedad.
“Hemos pasado los últimos cuatro años revirtiendo el daño que Joe Biden infligió durante los últimos 47 años”, dijo Trump. “En ninguna época previa los votantes han enfrentado una opción más clara entre dos partidos, dos visiones, dos filosofías o dos agendas”.
Proyectándose como la última barrera que defiende el estilo de vida estadounidense del ataque de las fuerzas radicales, Trump declaró que la agenda demócrata es “el conjunto de propuestas más extremas que haya presentado alguna vez un nominado de uno de los grandes partidos”.
Al concluir la Convención Nacional Republicana con su discurso, Trump se arriesgó a enardecer a una nación dividida que sufre una serie de calamidades, incluyendo la pandemia, un potente huracán que golpeó la costa del Golfo de México y noches de descontento racial y protestas violentas después de que Jacob Blake, un hombre de raza negra, fuera baleado por un policía blanco de Wisconsin.
Trump fue presentado por su hija Ivanka, una influyente asesora de la Casa Blanca, quien dijo que el notablemente extrovertido mandatario se solidariza con aquellos que han pasado adversidades durante la pandemia.
“He estado con mi padre y he visto el dolor en sus ojos cuando recibe la actualización de las vidas que se ha robado esta plaga”, dijo Ivanka Trump.
El presidente pronunció su discurso desde un escenario conocido y controversial. A pesar de la tradición y la reglamentación de no usar la Casa Blanca para eventos meramente políticos, se instaló un enorme escenario frente a la residencia presidencial.
ledz