Una mujer de Connecticut, Estados Unidos, reveló que dio a luz a su segundo hijo y perdió a su esposo, debido al cáncer, en cuestión de horas. "Respiró por última vez con nuestro hijo en el pecho y mi mano en la suya", dijo.
Haley Parke, de 28 años, estaba a tres semanas de su fecha de parto cuando ella y su esposo John Beeson Parke recibieron una noticia terrible: la salud del hombre, a quien le habían diagnosticado cáncer en enero, estaba disminuyendo más rápido de lo esperado y le quedaban unos días de vida.
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La pareja estaba decidida a que John conociera a su hijo, por ello, los médicos indujeron el trabajo de parto, luego realizaron una cesárea, y así nació al bebé John Beeson Parke, justo a tiempo para conocer su padre.
A John le habían diagnosticado cáncer en enero de este año. Poco después, la pareja, que tenía tres años de casada y otro hijo de 18 meses, concibió un segundo bebé.
A medida que se acercaban a la fecha de parto, empeoró la condición de salud del hombre y los médicos le dieron un pronóstico de seis meses.
Luego, el 28 de noviembre, tuvo que ingresar al hospital por complicaciones con el cáncer. En poco tiempo, les dijeron que su pronóstico de vida había disminuido y ahora tenía sólo unos cuantos días.
“El médico nos comentó que el cáncer se había extendido a sus ganglios linfáticos. Sus pulmones estaban llenos de líquido", contó Haley a medios locales.
A través de Facebook, la mujer contó todo lo que sucedió durante el proceso. Tras conocer el estado de salud del hombre, la pareja supo que una inducción del trabajo de parto era lo correcto.
"Sin dudarlo, el equipo de médicos se comunicó con el jefe de los médicos de parto y parto de alto riesgo. Me ofrecieron el procedimiento tan pronto como estuve lista".
Indicó que se despidió con un beso de su esposo y le pidió que fuera fuerte, que se aferrara a ella y al bebé. Él aseguró que lo haría.
El proceso de inducción comenzó la noche del 1 de diciembre, pero el trabajo de parto no progresó como se esperaba y, al día siguiente, los médicos tuvieron que realizar un cambio de planes.
Entonces, el personal de salud le dijo a Haley que su esposo había empeorado y ahora le quedaban unas cuantas horas de vida, por ello, tendrían que realizar una cesárea en ese momento o John no podría conocer a su hijo.
"Les dije que lo hiciéramos y rápidamente me enviaron al quirófano. Tan sólo 20 minutos después nació nuestro hijo. Me lo dieron para un beso rápido, luego, un equipo del hospital lo llevó dos pisos arriba y lo colocó sobre el pecho de su papá".
Haley dijo que ocurrió un milagro, pues los signos vitales de su esposo mejoraron en cuanto pusieron al bebé en su pecho. El hombre logró reconocer "que su hijo estaba ahí, pues hizo pequeños movimientos de cabeza y dulces gemidos".
Los médicos concluyeron la cesárea de Haley y luego llevaron su cama a la habitación de su esposo, colocándola a su lado.
"Pasé mi tiempo de recuperación mirando a mi esposo. Lo veía con tristeza, pero asombrada por su fuerza", escribió en Facebook.
Aunque el bebé nació en un parto prematuro, registró un peso saludable y tenía sus pulmones completamente desarrollados, de manera que no tuvo que ser internado en el hospital.
Haley agradeció que, dadas las circunstancias de emergencia, los médicos y enfermeras hicieran todo lo que pudieron para que los procedimientos y trámites se realizaran con facilidad.
"Algunos dijeron que acciones eran valientes y heroicas. Yo solo lo llamo amor. Actué por amor. Hice lo que debía para cumplir el último deseo de mi esposo".
Además, comentó que no habían planeado un nombre para el bebé, pero quería honrar a su esposo y lo llamó igual que él: John Beeson Parke.
ROA