Un miembro fundador del grupo ultraderechista Oath Keepers se declaró culpable de asaltar el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, cuando se celebraba una sesión para certificar los resultados de las elecciones, en las que se impuso el actual presidente, Joe Biden.
En un comunicado, el Departamento de Justicia informó que Jon Schaffer, de 53 años y originario de Columbus, Indiana, admitió su culpabilidad cien días después del asalto, durante una audiencia que encabezó el juez federal para el Distrito de Columbia Amit Mehta, quien aceptó la declaración del acusado.
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Se trata de la primera vez que alguien se declara culpable de forma pública por el ataque protagonizado en enero por seguidores del ex presidente Donald Trump, que causó cinco muertos, entre ellos un policía que custodiaba el lugar.
Según el diario The Washington Post, Schaffer accedió a cooperar contra otros acusados por el asalto.
Schaffer "se ha declarado culpable de múltiples delitos, incluido el de traspasar ilegalmente en el Capitolio con un chaleco táctico y armado con un repelente para osos, con la intención de interferir en la certificación de los resultados del Colegio Electoral por parte del Congreso", señaló el fiscal general adjunto interino, John Carlin.
El comunicado detalla que Schaffer estaba acusado de obstruir un procedimiento oficial y entrar y permanecer en un terreno restringido con un arma mortal o peligrosa, delitos por los que puede enfrentar en total una pena de 30 años, de ser hallado culpable.
Carlin indicó que desde el pasado 6 de enero, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) "ha realizado un promedio de más de cuatro detenciones al día, siete días a la semana".
Según la nota, Schaffer –un guitarrista de la banda de heavy metal Iced Earth– reconoció en su acuerdo de culpabilidad que es "miembro fundador vitalicio de los Oath Keepers", un grupo que el Departamento de Justicia describió como "grande pero poco organizado de individuos, algunos de los cuales están asociados con las milicias".
Además, confesó que hizo parte de la concentración convocada en Washington para protestar contra los resultados de las elecciones de noviembre y que, al terminar la protesta, marchó junto a una multitud hasta el Capitolio, donde el entonces vicepresidente, Mike Pence, encabezaba la sesión conjunta del Congreso.
Entre otras, Schaffer dijo haber superado las barreras instaladas para restringir el acceso al público y haber estado al frente de una multitud que rompió un par de puertas que eran custodiadas por cuatro policías.
También dijo ser parte de los primeros que empujaron las puertas y entraron al edificio del Capitolio, y que avanzó junto a otros contra unos cinco o seis agentes que retrocedían ante la turba.
"El acusado en este caso admite haber entrado por la fuerza en el Capitolio con el propósito expreso de detener o retrasar procedimientos del Congreso, esenciales para nuestro proceso democrático. Estas acciones son vergonzosas e inaceptables", sentenció el subdirector del FBI, Paul Abbate, citado en el comunicado
AESC